Hay una parte importantísima de la ciudadanía catalana que aspira a la independencia de su país. Un objetivo ambicioso, difícil, lleno de obstáculos y enemigos. El principal impedimento es que el planteamiento inicial es erróneo: si Catalunya quiere convertirse en una República soberana, tendrá que lograr la independencia dos veces. Antes que desligarse de España hay que liberarse de otro régimen, de otra administración: Andalucía. Un territorio que no tiene sólo 8 provincias, no. A Sevilla, Málaga, Almería, Cádiz, Hueva, Jaén, Granada y Córdoba tendrían que añadir una más (o 4, si quieren ser muy puristas): Catalunya. Y nosotros sin saberlo,oiga.
Esta revelación, epifanía o delirium tremens es el que se manifestó ante la mirada de centenares de miles de espectadores durante el debate electoral andaluz que se retransmitió la pasada noche en TVE. La encargada de certificarlo fue la candidata de VOX, claro. La ultraderecha ha fichado a una diputada nacional nacida en Alicante y residente en Madrid, pero que se lo ha montado bastante bien con los colegas de la Junta Electoral para hacerse pasar por andaluza de toda la vida, empadronándose en Salobreña, Granada. Hablamos de Macarena Olona, efectivamente. Como todo el mundo la conoce nos ahorraremos descripciones, calificativos ni ningún tipo de opinión al respecto. Eso sí, tampoco podemos dejar de comentar el numerito que regaló a la audiencia porque es de nota.
Se tiene que vivir muy obsesionado y tener muy pocos argumentos para tu supuesta tierra si cuando sólo han pasado ¡27 segundos! desde que te han dado la palabra empiezas a insultar a un territorio y a una gente que no tiene nada que ver con Andalucía. Y de los 27 segundos, 20 los has empleado en hacer una presentación a medio camino entre la lastimita y el divismo más impúdico. Pues así empezó Olona su alocución, llamando "racistas" al pueblo catalán. Qué finezza la suya. Bueno, no crean que el resto fue mejor, porque para hablar del PSOE utilizó palabras como "cocaína, burdeles", etcétera. Pero esta es otra historia.
Macarena tiene a los catalanes en sus "oraciones". Detesta Catalunya, detesta el catalán, detesta TV3. Odia todo aquello que no lleve una pulserita rojigualda y una mascarilla con el logo de la Guardia Civil. Un sentimiento que, automáticamente, convierte en enemigo a millones de ciudadanos y ciudadanas. Pero claro, qué más da: los amigos militares de VOX ya lo dijeron claramente con aquello de "fusilar a 26 millones de hijosdeputa", entre los cuales hay catalanistas, indepes y en general, gente de bien. Ahora bien, si Olona y sus admiradores tienen que empezar a hacer limpieza, tengan bien seguro que ya sabríamos por quién empezaría: dos presentadores y humoristas de TV3 que son, para la españa que madruga, los hombres del saco: Jair Dominguez y Peyu. Macarena sacaba el típico papelito con la foto de los conductores de 'Bricoheroes' y le espetaba al candidato socialista que "usted pacta y financia esto. Que se rían de los andaluces en la televisión pública catalana". Catalunya siempre on my mind, vaya.
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