La tensión familiar en el entorno de Anabel Pantoja y David Rodríguez ha escalado a niveles dramáticos. Según fuentes cercanas, Merchi, la madre de la influencer, ha prohibido terminantemente la entrada en su casa al fisioterapeuta, padre de su nieta Alma. ¿El motivo? Una mezcla explosiva de desconfianza, acusaciones cruzadas y el escándalo judicial que persigue a la pareja. "No quiere verlo ni en pintura", asegura Maica Vasco, quien destapó el conflicto en su canal de YouTube. Pero, ¿qué hay detrás de esta decisión radical? Los rumores apuntan a que Merchi culpa a David Rodríguez de arrastrar a su hija a una investigación penal por el traumatismo craneoencefálico de la pequeña, un caso que ha sacudido a la prensa rosa.
La gota que colmó el vaso: las acusaciones que envenenaron la relación
Todo comenzó con el ingreso hospitalario de Alma, un episodio que Merchi vivió con angustia. Según revelan testigos, la abuela habría descubierto por la prensa —y no por su hija o David— la gravedad real de las lesiones de la bebé. Peor aún: al enterarse de que Rodríguez insinuó en el juzgado que el daño pudo ser causado por Anabel o ella misma, su furia no tuvo límites. La situación empeoró cuando David cambió su versión y culpó a los médicos del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria, algo que la familia Pantoja consideró una cobardía.
Mientras la prensa especula con una posible reconciliación, la realidad es muy distinta. Anabel Pantoja y David Rodríguez solo se ven cuando él exige visitar a su hija, pero ni siquiera pueden compartir un espacio común. Sin embargo, el rechazo de David a convivir con Anabel en Córdoba ha sido la gota que colmó el vaso para Merchi. Si su hija no es bienvenida allí, él tampoco lo será en su casa, lo que obliga a la influencer a viajar constantemente a Gran Canaria para los encuentros. David, según insisten, evita cualquier compromiso con Anabel, a quien tacha de "intensa y controladora". Además, se rumorea que el fisioterapeuta mantiene una doble vida en Córdoba, donde trabaja y frecuenta su círculo social sin dar explicaciones.
¿Hacia dónde va este drama? La ruptura que todos ven… menos Anabel
La decisión de Merchi de prohibir la entrada de David en su casa ha puesto a Anabel en una situación complicada. Mientras la influencer intenta mantener la calma por el bienestar de su hija, la presión familiar es evidente. Merchi ha dejado claro que no dará marcha atrás: si David quiere ver a su hija, tendrá que hacerlo en otro sitio. Por ahora, el fisioterapeuta sigue instalado en Córdoba, sin intención de cambiar su vida por Anabel o por Alma.
Mientras tanto, la influencer sigue atrapada entre las presiones familiares y una relación que parece no tener futuro. Y es que, a pesar de que Anabel Pantoja insiste en mostrar una imagen de unidad familiar en redes, las grietas son irreparables. Merchi ha dejado claro que no tolerará más mentiras ni traiciones, y ha animado a su hija a buscar un piso propio en Sevilla para evitar futuros conflictos.