Isabel Preysler no apoya la relación de Tamara Falcó con Íñigo Onieva. Sabía que ese hombre no era de fiar y finalmente se demostró con una infidelidad, aunque la marquesa de Griñón le dio una segunda oportunidad, y la esperada boda se materializó. Ese enlace matrimonial unió a dos familias enfrentadas, los Preysler y los Onieva. Unas de las familias más poderosas del panorama nacional. A la familia de Isabel Preysler ya la conocemos, pero no tanto a los Onieva Molas, que su patrimonio tampoco se queda atrás.
Íñigo Onieva puede decir que pertenece a un grupo de empresarios de éxito. Los Molas son unos ricos empresarios que provienen del País Vasco. El padre de Carolina Molas, Íñigo’s mother, Carlos Molas Ruiz, fundó en 1963 la empresa Cemevisa 2000 S.A., dedicada a la distribución especializada de electrodomésticos de reconocidas marcas. En el año 2021, esta compañía registró ventas cercanas a los 75,6 millones de euros y contaba con un activo total que alcanzaba casi los 29,8 millones de euros. Más adelante, en 1975, Molas Ruiz puso en marcha otra iniciativa empresarial: Inmobiliaria Ibaiondo S.A., una entidad que genera ingresos anuales recurrentes de aproximadamente 900.000 euros. Por su parte, su esposa, María Eugenia Urrutiaciorraga Ibarra, también incursionó en el mundo empresarial al fundar Qubbos Equipamiento del Hogar S.L., una compañía dedicada al sector del hogar.
Los padres de Íñigo Onieva son dos grandes empresarios con millones de euros
Cuando falleció el padre de Carolina en el año 2013, la madre de Íñigo contó con 13 cargos en ocho sociedades, según el Registro Mercantil. Todas ellas juntas son una gran fortuna de millones de euros que heredarán el día de mañana sus tres hijos, Íñigo, Alejandra y Jaime.
Por otro lado, el padre de Íñigo, es el director global de e-commerce del Grupo Barceló. Ostenta cuatro cargos en tres sociedades, entre ellas Hormigones y Minas S.A. Tiene unas ventas de unos 3,4 millones de euros. Hace dos años abrió junto a dos socios la discoteca Lula Club.
Solo con esto los Onieva Molas ya superan a la Preysler. A Isabel no le hizo mucha gracia la llegada de la familia de Íñigo a su vida, encontró rivales que podían hacerle frente y no quería que eso pasase. Además, la ‘socialité’ se ha visto eclipsada por la gran presencia de Tamara Falcó en los medios de comunicación. Ya nadie habla de Isabel desde que se separó de Mario Vargas Llosa, ha dejado de interesar. Se ha apartado a un lado, a la espera de que su hija le de un nieto más.