Maestros de la costura se ha despedido de la audiencia con una final muy tensa. Siguiendo la tónica de todo el reality, los concursantes siguieron haciendo unos diseños muy deficientes. El nivel no fue muy alto, pero la última prueba estuvo muy reñida. Raquel Sánchez Silva se puso sus mejores galas para presentar el último programa de esta primera temporada, preparada para hacer entrega del deseado premio.
Alicia destacó desde un principio como la clara preferida, siendo de las pocas que cosía y diseñaba con criterio. Las voces mayoritarias tuvieron razón y se convirtió en la ganadora, llevándose los 50.000 €, una colección en venta en unos grandes almacenes y un master en diseño de moda.
La noche empezó con una prueba sobre Balenciaga. Los finalistas tuvieron que hacer vestir a los miembros del jurado y la presentadora con diseños de diferentes épocas, siendo el vestido de Alicia el mejor.
Y de aquí, a la segunda prueba. Eduardo, Antonio y Luisa se disputaban un lugar a la prueba final y con el fin de hacerlo recibieron la ayuda de un famoso. Mónica Cruz, José Corbacho y Óscar Higueras se convirtieron en sus ayudantes, escogiendo cada concursante a uno de ellos.
Fue aquí cuando Eduardo protagonizó un lamentable momento al dejar en ridículo a Mónica Cruz. El objetivo era confeccionar un vestido de novia, pero la colaboración no tuvo nada de romántica. La actriz no congenió nada con el concursante y eso se notó en algunos comentarios que iba dejando él. La tensión empezó con el encargo que le hizo, pidiéndole que cosiera la espalda del vestido de novia. Le dijo que lo hiciera a mano, una tarea muy complicada que asustó a Mónica.
La hermana de Penélope le pidió que le encargara otra cosa al ser demasiado laborioso, cosa que no gustó al finalista: "Esta no tiene ganas de trabajar. Mona es, pero de coser no tiene ni idea. Me recuerda a la Maja de Goya o a una pastorcilla del belén. La veía con pena cosiendo".
El mal rollo era evidente y el concursante seguía atacándola: "Has venido a ayudar, has venido a ayudar... Si no sabes ni coger una máquina". Mónica estaba perpleja, asegurando que se arrepentía de haber participado: "Sin comentarios... Lo llego a saber y no vengo".
La prueba acabó, llegando la valoración del jurado. María Escoté no tuvo pelos en la lengua, criticando duramente la actitud de Eduardo, recriminándole haber tratado "muy mal" a la invitada: "No has estado a la altura ni personal ni profesionalmente. Mónica ha sido mucho más educada que tú".
Ante esto, el concursante empezó a llorar, siguiendo con el mismo discurso diciendo que él consideraba que Mónica no había tenido una actitud positiva ni le había intentado ayudar. ¿Aceptará Mónica una posible invitación a la segunda temporada?