Castellserà, comarca del Urgell. 976 habitantes que viven en el corazón de las tierras de poniente. Y hacia allí que se fue Quim Masferrer en el segundo capítulo de la nueva temporada de El Foraster, como siempre, una delicia, como siempre, tocando la fibra y emocionándonos, pero a la hora, dibujándonos una sonrisa de oreja a oreja. Como siempre, éxito total de audiencia entre los espectadores catalanes y primera opción en la noche de este lunes. Si la semana pasada nos quedamos con los ojos como platos, casi sin atrevernos a respirar, disfrutando del silencio penetrante de la Danza de la Muerte de Verges, sólo roto por el sonido del timbal, ahora nos quedamos igual de conmovidos con imágenes como las de una puesta de sol despampanante, las mejores puestas de sol del planeta según los orgullosos vecinos de Castellserà... Y no van equivocados...
También nos quedamos sin palabras al ver qué tiene alguna vecina en el congelador, al lado de los polos... una serpiente con dos cabezas... con la cual la Julita se prepara caldo "con una pizca de serpiente..., porque para la circulación de la sangre va muy bien"... Maravillosa. Nada de huesos de pollo o un trocito de jamón... un buen trozo de serpiente, lo mejor que hay:
Curiosamente, en su casa el Mag Lari no tiene ninguna serpiente con la cual hacer caldo. Pero tiene muchas otras cosas. Una casa-museo-atracción de feria espectacular a la cual dejó entrar a Quim, y de rebote, a todos los espectadores, que alucinamos. El querido mago, uno de los más descomunales que tenemos en este país, buena persona hasta decir basta, divertido, diferente, maestro absoluto de la magia, demostró por qué se le quiere tanto, con su generosidad y socarronería. Hace poco que vive en Castellserà, en medio del pueblo. Desde hace dos años, y desde el primer momento, tuvo una impresión inmejorable: "Me siento querido, siento que la gente de aquí nos tratan muy bien y yo también los quiero mucho". Fue a parar a 'la casa noble del pueblo', que "ahora se llama 'La casa de los ángeles'. Yo ahora soy el habitante que hay ahora. Pero he descubierto cosas muy fuertes. Dicen que quizás una comitiva de Felipe V vino a parar aquí. Dicen que el Santo Grial pasó una noche en esta casa también. Y la historia de Francina Redort, es la bruja de Menartens, sirvienta de esta casa. La colgaron y condenaron aquí en Castellserà". La respuesta de Quim, sensacional: ¿"Y qué más? ¿Ahora me dirás que se guardaron allí las urnas del 1 de octubre? O que el rey emérito y la Corinna tienen una habitación en la buhardilla"?.
Lari vive con su marido, Roger, que se sentaba en la platea al lado suyo, los dos sonrientes mientras veían en la pantalla el recorrido que hacía El Foraster por su nido de amor... y de magia, que todo el mundo que entra se encuentra cuando atraviesa la puerta bajo los dos ángeles con que invitan a pasar dentro.
Y una vez Quim Masferrer entró, alucinó. Tiene de todo, objetos de todo tipo, utensilios de magia o decorativos y, evidentemente, una especie de Museo Michael Jackson dedicado el rey del pop, de quien Lari es un fan absoluto. Su pasión lo llevó a asistir a su funeral cuando murió y a poder haberlo conocido dos meses antes: "me firmó una foto en su casa de Los Ángeles. Me parece que me dijo 'I love you'". Lari tiene de todo, discos, fotos, trajes, pijamas, un pantocrator, pero en vez de Jesús, con la cara de Michael Jackson, "una freakada, pop art", zapatos e, incluso... pelo suyo, acreditado como verdaderamente suyo y enmarcado para que no se estrope. La cara de Quimo, estupor total... Es lo que tiene tener pasión loca por tus ídolos.
¿Qué gran truco te gustaría hacer?, le pregunta Quim casi para acabar. Y él, deja de lado al Mag Lari socarrón que todos conocemos y aparece Josep Maria Lari persona, para decir: "Me gustaría hacer desaparecer la intolerancia. Que fuésemos capaces de empatizar más o ponernos en la piel de los otros y no machacar tanto. Ser diferente es positivo, suma. Y toda la vida nos han hecho creer que resta"... "Vigilad este, que es mago. Este, en cualquier momento os dice: 'Nada por aquí, nada por allá y me quedo con Castellserà'", decía Quim Masferrer en un momento del programa. Con Castellserà no lo sabemos, pero con lo que se quedó Josep Maria Lari fue con nuestro corazón, gracias a su humanidad y su sonrisa. Una semana más, El Foraster hizo magia.