El estreno de 'Operación Triunfo' el año 2001 supuso un verdadero terremoto mediático, artístico y popular en el Estado español de la época. La hornada de cantantes que surgieron de la Academia de la productora Gestmusic, propiedad de Josep Maria Mainat y Toni Cruz, fue excepcional. David Bisbal, Chenoa, David Bustamante... Palabras mayores. Aquella primera generación puso el listón muy alto para siguientes ediciones. El formato siguió liderando el consumo televisivo y creando nuevos fenómenos musicales, aunque lógicamente con menos fuerza. Pero hay excepciones, claro. Beth Rodergas, Manuel Carrasco, Edurne, Soraya... y las más actuales Aitana Ocaña, Miki Núñez o Amaia Romero (la más indie de todos). O por ejemplo, lo que vivió una madrileña como Mai Meneses. La echaron a la primera en la segunda edición. ¿Un fracaso? No. Era la puerta al éxito que viviría poco tiempo después.
Aquella joven de 24 años que salía por la puerta de atrás del concurso de TVE formaría, junto a su pareja catalana de aquella época, el productor Kin Fanlo, un proyecto que arrasó en las listas de éxito: Nena Daconte. Aquel disco de "He perdido los zapatos" de 2005, en el que se incluía su primer gran hit "En qué estrella estará", parecía la eclosión de una marca musical que se tenía que comer el mundo con patatas. Y durante un tiempo fue así, pero los problemas en su paraíso empezaron a multiplicarse. La relación con el novio era tóxica, como ella misma confesó no hace demasiado tiempo. Baja autoestima, comentarios hirientes, amenazas, una batalla legal y una separación. Un calvario.
Mai rehizo su vida poco tiempo después al casarse con el community manager del PP, Eduardo Baeza. Ahora tiene 44 años y es madre de dos criaturas, pero sigue cargando piedras en la mochila. Recuerdos duros de aquella etapa oscura en la que se refugió en el alcohol para superar sus inseguridades. Lo explica en la revista 'Semana': tras ganar el Ondas de 2006 tuvo que parar. Sufría del síndrome del impostor, "una etapa en la que crees que no te mereces nada de lo bueno que te está pasando". Empezó a distorsionar su realidad, "mis paranoias", que combatía de la peor manera: "El alcohol me ayudaba a evadirme. Era una forma de ser feliz momentáneamente. El éxito me estaba sentando fatal".
❤️ #noticias El drama de Nena Daconte: "El alcohol me ayudaba a evadirme" #YoLeoSemana #LoMasVisto https://t.co/HHAHXIYxpX
— Revista SEMANA (@semana_revista) June 15, 2022
La artista ha vuelto a su actividad habitual después de un parón motivado por un proceso de reflexión que inició en 2019 después de publicar su último disco, "Suerte". Un periodo en el que digirió todas estas vivencias traumáticas y se atrevió a hacerlas públicas para liberarse de sus demonios. Ha encontrado el equilibrio y la estabilidad, echando el cerrojo al pasado y mirando al futuro con optimismo e ilusión.
Mai puede estar contenta, porque ha podido superar los obstáculos y los golpes de la vida. No todo el mundo tiene esta suerte, habilidad, fuerza o apoyo para conseguirlo. Felicidades.