Charlene de Mónaco ha evidenciado que no es feliz al lado de Alberto. La conocida como princesa triste quiere huir del principado, o más bien de la conocida maldición de los Grimaldi. Aunque son solo teorías, se ha hablado mucho de la relación por conveniencia del príncipe con la actual princesa. La nadadora sudafricana no quiso casarse con el padre de sus hijos, pero no le quedó más remedio. Firmó un contrato que así se lo exigía, como también le exigía quedarse embarazada. Otra teoría argumenta que Charlene y Alberto no habrían mantenido relaciones sexuales porque sus hijos habrían nacido por inseminación artificial, por este motivo son mellizos.
Hay una leyenda que recae sobre la Casa Grimaldi. Cuenta que el Príncipe Rainiero I secuestró a una mujer flamenca en el siglo XIII, quien se vengó maldiciéndole a él y a sus descendientes. “Nunca un Grimaldi encontrará la felicidad en el matrimonio”. Tal y como recoge la revista ‘Tatler’, si nos fijamos en la descendencia de los Grimaldi ningún matrimonio ha acabado bien. La princesa Grace y su yerno, Stefano Casiraghi, fallecieron de forma prematura. Sus hijas, la Princesa Caroline y la Princesa Estefanía, se divorciaron de sus respectivas parejas.
Los matrimonios de los Grimaldi fracasaron
El actual matrimonio entre Charlene y Alberto tampoco funciona. Habría recaído sobre ellos la maldición. Sin embargo, el príncipe quiere huir de ella. Por este motivo, habría firmado con la madre de sus hijos un contrato ultraconfidencial para que todo siga como hasta ahora, por lo menos de puertas para afuera. Aunque el matrimonio se divorcie, parece que nunca van a hacer oficial esa decisión. Charlene viviría en Suiza completamente sola, apartada de sus hijos, sin embargo continuaría ejerciendo de princesa y acudiría a sus compromisos profesionales por 12 millones de euros al año.
La maldición cayó por primera vez en Grace Kelly. Nos tenemos que situar en un maldito 13 de septiembre, cuando la Princesa de Mónaco sufrió un grave accidente junto a su hija Estefanía. El coche, que conducía Kelly, un viejo Rover 3500 de 1972, cayó por un barranco de 40 metros dando varias vueltas de campana. El vehículo quedó volcada dejándolas atrapadas en medio de las llamas. Las dos consiguieron salir gracias a la ayuda de un horticultor. Sin embargo, las lesiones de Grace Kelly y una severa hemorragia cerebral acabaron con su vida pasadas 24 horas.
A Carolina de Mónaco su relación tampoco le funcionó. Su matrimonio solo duró dos años. Aunque no se confirmó, se habló de innumerables infidelidades por parte de ambos. Se casó con Stefano tres años después, un hombre de buena familia. La pareja tuvo tres hijos, Andrea, Carlota y Pierre, y la felicidad parecía reinar en el matrimonio. Stefano falleció murió al chocar su embarcación. contra una ola cuando pretendía revalidar su título de campeón del mundo de «off-shore».
Con Ernesto de Hannoverf, su siguiente matrimonio, las cosas tampoco funcionaron. Los problemas con el alcohol de éste sentenciaron la relación.