"De lo sublime a lo ridículo solo hay un paso, querida Malú". La frase es de la periodista Pilar Eyre, que se ha despachado a gusto contra la cantante por "la actitud misteriosa, cual María Callas o Greta Garbo, que no deja parecerme risible" con la que está tratando su romance con Albert Rivera."¿Por qué no aclaras de una vez si sales con Rivera o si no sales?" pregunta Eyre, que considera que el mundo no se parará el día que hagan público su "secreto". Que se dejen de idas y vueltas, de misterios e intrigas, ya que "no tienen ninguna importancia"
"No dudo de que seas una gran cantante. Sé que participar como jurado en La Voz ha disparado tu popularidad y que tu caché ha subido como la espuma". Malú es una cantante con una carrera muy sólida, cierto, pero no impresiona a la veterana cronista, cansada de un culebrón que le hastía: "Estoy un poco harta de ti". Para Eyre, especialmente ácida en esta publicación de su blog en la revista Lecturas, el comportamiento de la sobrina de Paco de Lucía roza el ridículo más absoluto.
Eyre no sólo atiza a Malú, sino que mete en el mismo saco a su pareja, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. La periodista censura al político, que está "mareando la perdiz" y enviando "señales misteriosas" a los periodistas de la crónica social española, que se ven obligados a hacer casi de videntes para interpretar los encriptados mensajes de la famosa pareja. Un ejercicio que la cronista no está dispuesta a realizar, ya que no los considera tan importantes como para soportar el juego mediático de silencios y declaraciones ambiguas al que nos han acostumbrado.
Si no quieren hacer pública su relación, están en su derecho, pero que no nos tomen por tontos. Ya se ríe bastante del resto del mundo el Rivera político que se pone, día sí, día también, la capa de salvapatrias.