Eran, hasta poco tiempo, la pareja favorita de España. Malú i Rivera, Rivera y Malú. Jóvenes, talentosos, ambiciosos, poderosos. La expectación por verlos juntos en una foto originó montañas de artículos, horas de televisión y tuits incontables, permitiéndose el lujo (con la inestimable ayuda de Ana Rosa Quintana) de estropear la exclusiva de la principal revista del corazón. Pero todo ha cambiado con las sacudidas de Cs, su deriva ideológica, las bajas en la ejecutiva y el cada vez más numeroso sector crítico con Albert Rivera. Y circula la corriente, rancia, misógina y machista de que la culpable es... la mujer que hay detrás del gran hombre (dicho con todo el sarcasmo posible). Sí, esta corriente existe, como explicaba a 'La Vanguardia' Iñaki Ellakuría y que ha sido motivo de análisis en 'El País'... aunque en un primer momento, parecía que compraban la teoría: "El círculo Malú"
Al síndrome de Yoko Ono en España ahora lo llaman "círculo Malú". Así se ha apodado la supuesta deriva hermética y aislacionista de Albert Rivera https://t.co/hIZoFyjdmj
— EL PAÍS (@el_pais) 29 de junio de 2019
El círculo se basa en un paralelismo que da lástima: Rivera es un genio arrastrado por el exceso de atenciones que le exige su incansable amante. La responsable de que Albert fracase en su gran proyecto: Ocupar la Moncloa. No, porque su "Yoko Ono" le tiene sometido, reduciendo su universo de relaciones a la mínima expresión. Está mal aconsejado, como ya pasó (según la gastada teoría) con la japonesa, que se cargó a The Beatles. Quien dice Yoko Ono, dice "Nancy Spungen y los Sex Pistols, Courtney Love y Nirvana, Sara Sálamo y Isco o Sara Carbonero y la selección española". El diario de Prisa lo explica para denunciar la misoginia de la teoría, pero los lectores que recibieron el artículo por redes se encontraron con un titular que invitaba a pensar que 'El País' la apoyaba. Les han dicho absolutamente de todo, con críticas incluso de Pablo Iglesias (con respuesta del diario).
No tengo ninguna simpatía política por Albert Rivera, pero esto no es periodismo sino basura. Usar la vida privada de un dirigente político para criticar sus decisiones es vergonzoso. Señalar a su pareja como "la malvada Yoko Ono" es repugnante 👇🏼https://t.co/hJNojoOl6V
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 29 de junio de 2019
El artículo analiza la narrativa misógina que responsabiliza a la mujer de las decisiones de su pareja, a pesar de que el tuit citado haya podido inducir a una idea equivocada sobre su contenido
— EL PAÍS (@el_pais) 29 de junio de 2019
Podeis poner un lacito y petalos de rosa con tanta retórica pero es lo mismo que ha dicho Pablo, habeis utilizado la vida privada y la pareja de un político para meter mierda.....
— Molinete (@molinete9) 29 de junio de 2019
El titular echa a perder el artículo...que al leerlo resulta muy interesante. Pero sinceramente creen en redacción que con todo lo que hay que leer y escuchar en cuestión de misoginia...hacía falta un titular así? No es un titular con gancho, es un guantazo en toda regla. KO.
— Oveja_Negra (@OvejaNe00728613) 29 de junio de 2019
Que no os engañen, Albert Rivera ya era así antes de conocer a Malú.
— Disney��������������������️���� (@urmonl) 29 de junio de 2019
Una explicación que no explica nada. El terreno personal de un personaje público es sagrado señores de El País. Primer año de periodismo.
— Juanjo Sánchez Soriano (@juanjo_soriano) 29 de junio de 2019
Alberto Carlos es un megafacha peligroso y sin escrúpulos por culpa de su nueva pareja, porque cuando sólo hacía cosas nazis en Catalunya era moderado y centrista.
— Pepito Vadecurt (@PVadecurt) 30 de junio de 2019
La edad de oro del Periodismo Español.
Es cierto: El artículo quería decir excatament el contrario de lo que pensó la red en un primer momento. Pero el mal ya estaba hecho, y las críticas han continuado por servir de altavoz al discurso rancio y machista. Además, últimamente el diario resbala en temas sensibles, como hacer desparecer diputados de homentages para|por las víctimas del terrorismo, o el embarazo de Toñi Moreno y el tratamiento que dispensa a las parejas homosexuales.
Es una vergüenza q estemos en pleno s.XXI y q un periódico de este renombre y leído por tantísima gente, aún trate de esconder el lesbianismo. No, Toñi Moreno no "está soltera y coincide que". Tiene a una mujer como pareja, son lesbianas, no es algo q ocultar. Vergüenza @el_pais pic.twitter.com/YvrhG3xw6D
— María���� (@maria_suarez99) 27 de junio de 2019
No hay un día tranquilo en la sede de Gran Vía del que, hace mucho tiempo, fue un diario de refèrencia en el estado español. Pasan los años y no se lo hacen mirar.