Eran, hasta poco tiempo, la pareja favorita de España. Malú i Rivera, Rivera y Malú. Jóvenes, talentosos, ambiciosos, poderosos. La expectación por verlos juntos en una foto originó montañas de artículos, horas de televisión y tuits incontables, permitiéndose el lujo (con la inestimable ayuda de Ana Rosa Quintana) de estropear la exclusiva de la principal revista del corazón. Pero todo ha cambiado con las sacudidas de Cs, su deriva ideológica, las bajas en la ejecutiva y el cada vez más numeroso sector crítico con Albert Rivera. Y circula la corriente, rancia, misógina y machista de que la culpable es... la mujer que hay detrás del gran hombre (dicho con todo el sarcasmo posible). Sí, esta corriente existe, como explicaba a 'La Vanguardia' Iñaki Ellakuría y que ha sido motivo de análisis en 'El País'... aunque en un primer momento, parecía que compraban la teoría: "El círculo Malú"
El círculo se basa en un paralelismo que da lástima: Rivera es un genio arrastrado por el exceso de atenciones que le exige su incansable amante. La responsable de que Albert fracase en su gran proyecto: Ocupar la Moncloa. No, porque su "Yoko Ono" le tiene sometido, reduciendo su universo de relaciones a la mínima expresión. Está mal aconsejado, como ya pasó (según la gastada teoría) con la japonesa, que se cargó a The Beatles. Quien dice Yoko Ono, dice "Nancy Spungen y los Sex Pistols, Courtney Love y Nirvana, Sara Sálamo y Isco o Sara Carbonero y la selección española". El diario de Prisa lo explica para denunciar la misoginia de la teoría, pero los lectores que recibieron el artículo por redes se encontraron con un titular que invitaba a pensar que 'El País' la apoyaba. Les han dicho absolutamente de todo, con críticas incluso de Pablo Iglesias (con respuesta del diario).
Es cierto: El artículo quería decir excatament el contrario de lo que pensó la red en un primer momento. Pero el mal ya estaba hecho, y las críticas han continuado por servir de altavoz al discurso rancio y machista. Además, últimamente el diario resbala en temas sensibles, como hacer desparecer diputados de homentages para|por las víctimas del terrorismo, o el embarazo de Toñi Moreno y el tratamiento que dispensa a las parejas homosexuales.
No hay un día tranquilo en la sede de Gran Vía del que, hace mucho tiempo, fue un diario de refèrencia en el estado español. Pasan los años y no se lo hacen mirar.