Las fiestas de Navidad provocan sensaciones contrapuestas: hay una parte de la liturgia y de la agenda que da pereza, pero también momentos y ocasiones que despiertan emociones sinceras y tiernas. Porque ciertas tradiciones nos hacen pensar en la infancia, en los hijos, los abuelos, los padres. Y este es el auténtico valor de esta época: el sentimiento, siempre mucho más poderoso que la manía consumista que lo desvirtúa todo.
Uno de los rituales catalanes más bonitos, a pesar de los disparates que hemos oído al respecto, es la del tió. Todos los que lo han hecho cagar saben perfectamente de qué estamos hablando. La ilusión de los chiquillos es impagable, pero la de los adultos tampoco es menor. Por dos motivos: el primero, transmitir este legado cultural y social a tus descendientes, haciendo de la Nochebuena un instante maravilloso. El segundo, el alud de recuerdos que comporta. Recuerdos como los que atesora Clara Cabezas, responsable de Programación e Imagen de TV3, conocida en el ámbito del cotilleo por ser la compañera de vida del presentador Manel Fuentes. Forman una pareja muy sólida con dos hijos en común, Max (19 años) y Bruna (14).
El tió en la familia de Cabezas ha tenido, desde que tiene memoria, un sabor tan especial como imborrable. Y no cualquier tió, no, sino el leño que enseña a sus seguidores en las redes sociales. Su abuelo, Amadeu, "lo fue a buscar a los bosques de Albera", en la comarca del Alt Empordà en los Pirineos, hace unos 50 años (su edad, por cierto). Volvió de la montaña con este ejemplar porque su nieta, la primera, se lo merecía. Eso y más: el amor de los abuelos es así. Este año Carla no lo ha podido hacer cagar por la pandemia, pero el tronco no ha dejado de hacer su papel: ha cagado regalos "por los bisnietos del abuelo Amadeu". Precioso.
El mensaje emocionante de Carla ha obtenido la respuesta de Manel, que no ha tardado en enviarle una preciosa y sencilla respuesta, reconfortándola: "Volveremos", le ha dicho el presentador de 'Tu cara me suena', consciente de la sensibilidad de su mujer. Este es el verdadero y auténtico espíritu navideño: el de la comunión, la familia, la ilusión y la gratitud a aquellos que ya no están.
Feliz Navidad a vosotros también, Clara, Manel y familia.