Este sábado 15 de junio Manuel Valls vota Ada Colau alcaldesa de Barcelona. ¿Dónde estaba el expolítico francés el sábado anterior? En la fiesta más grande de la Costa del Sol, en Marbella. En el cumpleaños de la mujer de un poderoso empresario, Félix Revuelta, dueño de Naturhouse. Revuelta ha vivido 50 años en Catalunya pero se fueron, él y su empresa, a Madrid en pleno procés. Es muy hostil con el independentismo y promotor de Sociedad Civil Catalana. Se llevó la sede social de Naturhouse cuando gobernaba Puigdemont.
Según revela el diario Ara, es uno de los empresarios que le pagan 20 mil euros mensuales a Manuel Valls para influir en sus decisiones. Y la primera ya está tomada: evitar que la lista más votada gobierne Barcelona para ser independentista. Antes roja que rota.
El digital Jaleos detalló el fiestón con los invitados de blanco ibicenco en Marbella. Un carísimo concierto privado de Carla Bruni para complacer al político catalano-francés Valls que ya había disfrutado de Bruni unos días antes en Pedralbes. El señor Revuelta, espónsor de Valls, tiene dinero para hacer cantar a la mujer de Sarkozy y para hacer bailar a Valls. Bruni bailó con los dueños y cantó el "Cumpleaños feliz" por los 70 años de la señora Luisa, la anfitriona.
Valls y Susanna Gallardo fueron los invitados estelares. También había influyentes unionistas de la comunicación como Pedro J. Ramírez (El Español, que cubrió el acto) o José Crehueras (Grupo Planeta). En la subvención del IBEX a Valls están incluidos los photo-calls. La boda de la pareja en septiembre será como una reunión del lobby Puente Aéreo con probables votantes de los comunes sirviendo el cocktail. Será una boda civil pero en Menorca, para evitar que les case en Barcelona la alcaldesa que ellos han puesto: Ada Colau.