Jordi Évole hace mejor promociones que programas. El cebo para mirar el cara a cara entre Ada Colau y Manuel Valls que ofrecerá Salvados el domingo tiene problemas de coherencia periodística: ¿por que Évole escoge a dos candidatos que no lideran las encuestas? ¿cómo es que no hay ningún independentista en el debate? Manda el show y Évole va a lo suyo. Igual que vendió el Salvados de periodistas y procés señalando a Mònica Terribas ahora, sin sentido, incluye a Pilar Rahola en el programa de las elecciones en Barcelona. No sólo en el programa: Rahola es el cebo para mirarlo. Otra vez, como con Terribas, Évole se promociona haciendo que alguien zurre a una mujer independentista:
Un juego poco inocente: poner a una calle el nombre de una persona viva, cosa que la ley no permite. Évole propone al Conde de Godó. Sorprendentemente Ada Colau se aviene: "Se le podría poner por trascendencia histórica e importancia en la ciudad". El propietario del diario catalán más visceralmente crítico con la gestión de Colau tendría calle. En época pre-electoral, Colau no quiere enemistarse (más) con La Vanguardia y se ve obligada a hacer la pelota a Javier de Godó. En cambio Colau, se niega a darle una calle a una columnista suya: Pilar Rahola. Colau: "No lo veo, la verdad".
Rahola alucina con Jordi Évole: ¿a santo de qué la incluye a un cara a cara entre dos políticos que, además ya se sabe que la criticarán? Manuel Valls le pondría una calle a Fainé o a Samaranch pero no a Rahola. Utiliza un lenguaje insultante y un tono burlón contra la periodista: "Hasta viva lo merece, la Rahola. Es un personaje único, simpático, moderado, la voz de un separatismo muy duro, hasta supremacista... Pues no". Muy desagradable ver a Valls perdiendo la compostura y fuera de lugar. Rahola ya ha respondido:
Mala jugada: con el video avance de Salvados, los que quedan peor son Colau, Valls y Évole.