Es el secreto peor guardado del Ayuntamiento de Barcelona: el concejal Manuel Valls quiere largarse y volver a Francia. Su misión como paracaidista y gran esperanza blanca del constitucionalismo ha acabado. Una obra inconclusa, pero provechosa para la alcaldesa Ada Colau. Valls ya no tiene ganas de continuar en la capital catalana, y todavía menos en el consistorio. Sus ausencias (o presencias telemáticas) en el pleno ya no sorprenden a nadie. Incluso que haya dejado de lado el catalán y el castellano en sus redes sociales. Ha vuelto a los orígenes y ahora se expresa mayoritariamente en francés. Es más, no es extraño verle (como esta misma mañana) en los platós de televisiones de su país, dónde hace puntos para intentar que Macron lo recupere para la primera línea de la política. La maleta está hecha. Y no es para una escapada. Tiene pinta de que es definitiva. Aquellas palabras de "pase lo que pase me quedaré" de 2018 parecen papel mojado.
VALLES EN 2018:
"Pase lo que pase me quedaré". Yo soy un candidato independiente". pic.twitter.com/n5ZEl47kAA
— Manuel Valls (@manuelvalls) September 25, 2018
VALLES EN 2020:
➡️IL y aurait-il une haine des musulmans en France ?
— Info France 2 (@infofrance2) November 13, 2020
« Combien de musulmans ont été tués sinon dans les attentats des islamistes de ces dernières années? (...)
Il faut aider les musulmans à lutter contre l'islamisme.»
💬 @manuelvalls
▶️ #les4V pic.twitter.com/C8HbvI5hS3
Vanitatis analiza el presente y el futuro de Valls, que no se marchará solo. Una de las claves, acompañar a su mujer, que estrena nuevo cargo como consejera en un gigante de los centros comerciales. El puesto de trabajo lo tendrá en París. Ya ha comprado un piso en la capital, la ciudad donde vive su madre de 97 años y los 4 hijos de su anterior matrimonio. Allí se siente más a gusto, más integrado, más él. Barcelona, para los happenings, Menorca para la dolce vita y París "para los restos". No está mal, aunque no era 'la moto' que vendió durante su, corto pero intenso, "esplendor".
Manuel Valls y Susana Gallardo, más cerca de París: nueva casa y nuevo cargo https://t.co/m05SMZSrps
— Vanitatis (@vanitatis) November 12, 2020
Manuel Valls es en la política española como esa persona que apura en la discoteca ya con las luces encendidas a ver si rasca algo antes de irse a casa. pic.twitter.com/Ce2z54cix8
— Josué Coello (@josue_coello) November 12, 2020
Pero hay que reconocerle que tiene juego en los pies. Es como un secundario afanoso de Baron Noir.
— Pedro Vallín (@pvallin) November 12, 2020
Cambia más de partido que de chaqueta
— Corazón de Tinta���� (@corazontintaba) November 12, 2020
Es de los que se valen del "Cualquier bici es buena para dar un paseo"
— Quique Peñalva (@PenalvaQuique) November 12, 2020
La perspicacia del PP catalán: para mejorar sus resultados en Cataluña no se les ocurre otra cosa que fichar a Manuel Valls, cuyos grandes logros son hundir al PSF y C's
— José Roig (@jovteromol) November 12, 2020
Valls guarda una bala en la recámara para continuar un rato más en Catalunya: ir con el PP a las elecciones a la Generalitat. Pero todo apunta a que se largará tarde o temprano, dejando un legado irrelevante y molesto. Lo ha ido mejor en cuestiones personales, eso es cierto. Queda claro: la gran motivación de Manuel es una sola: él mismo. Seguiremos atentos para dedicarle un 'au revoir'.