Que el Barça femenino se ha convertido en un referente mundial es algo que apenas necesita explicación. Deportivamente, sin ningún tipo de discusión. Los títulos, galardones y los números cantan. Pero donde las azulgranas realmente arrasan está en el terreno humano, el de las emociones, el del afecto y la admiración. Pocas veces se ha visto a un grupo humano de esta valía, con valores, compromiso, sacrificio, proximidad y agradecimiento. Eso es lo que las convierte en gigantas, y lo que hará que, pase lo que pase en el futuro, sean recordadas para siempre como un tesoro, como una leyenda. Alexia, Aitana, Patri, Paredes, Pina, Hansen, Salma, Ingrid... y Mapi. María León. Lo que tiene esta mujer es magia.
La mejor manera de ejemplarizar lo que provoca la defensa aragonesa se vio sobre los campos de entrenamiento del FC Barcelona en la Ciudad Deportiva Joan Gamper hace pocas horas. El club celebraba un encuentro de dos integrantes de las primeras plantillas masculina y femenina con los jóvenes de la Fundación Barça Genuine. Un equipo nacido en el mes de septiembre de 2021 y que es único, inconfundible y un verdadero Dream Team. Participan en la Liga Genuine, formada por jugadores y jugadoras del colectivo DI, personas con discapacidad intelectual. Verlos en acción sintetiza perfectamente lo que es la ilusión, el esfuerzo y la alegría. Y en días como estos, en los que puedes disfrutar de la compañía de tus ídolos, todavía más. Mapi y Ronald Araújo fueron los escogidos para confraternizar entre colegas de club, que, al fin y al cabo, es lo que son.
Si el encuentro entre el uruguayo Araújo y uno de los integrantes del Barça Genuine es de aquellos que te roban el corazón y te hacen suspirar de ternura y simpatía, lo que pasó con León alcanza cotas todavía más conmovedoras. Todos ellos experimentaron una jornada imborrable, pero hay una jugadora que lo vivió con una emoción extraordinaria, hasta el punto de no poder contener las lágrimas. Lloraba al darse cuenta de que sí, de que podía abrazar a la estrella culé y a la persona que le despierta una sonrisa prácticamente cada día, ya sea con la pelota en los pies, firmando autógrafos, entrando en el estadio en un día de partido o paseando por las calles de Barcelona. Una reacción, sin embargo, que queda eclipsada por la siguiente acción: un abrazo que condensa todo el amor de este mundo y de unos cuantos más. Nos hace llorar a nosotros también. Es precioso.
Mapi está acostumbrada a comprobar la excitación de niñas, niños, adultos y todo tipo de seres vivos cuando se la encuentran en frente. Pero por su cara diríamos que pocas veces ha sentido tanto y tan profundamente en uno de estos encuentros. No se llega a oír la conversación que mantiene con ella, pero se pueden hacer una idea. Para acabar de redondearlo, hay otra jugadora que comparte este momento tan íntimo. Y a pesar de no ser la protagonista principal del vídeo, su expresión en el rostro es como la de una mañana de un día de Reyes. Perdón, de Reinas. Ellas. Y con mayúsculas. Gracias desde aquí por regalarnos tanto... y a cambio de tan poco.