5 de 5. El Barça ha vuelto de Madrid con una nueva victoria en la Liga F. Un gol histórico de Alexia Putellas, convirtiéndose en la máxima realizadora histórica del club azulgrana, tumbó a un Atlético de Madrid que luchó hasta la extenuación. Incluso con técnicas nada ortodoxas, más adecuadas para un combate de boxeo que de un partido de fútbol de máxima categoría. El auténtico Clásico de la competición (no el del Real Madrid, por mucho que insistan) fue una batalla: las culés se ha llevado 3 puntos en la clasificación, 5 de sutura y una herida que dejará una cicatriz imponente.

La gran protagonista en este sentido fue Mapi León. La genial e irrepetible defensa barcelonista recibió un impacto brutal en la ceja durante la disputa de una pelota aérea en el área visitante. La colegiada solo pitó falta, pero podría haber enviado al vestuario a la autora del codazo temerario y peligroso. La secuencia no es interpretable: es una salvajada. Mapi sangró de manera abundante sobre el césped, la tuvieron que retirar de terreno de juego durante unos minutos para frenar la hemorragia y volvió con un vendaje aparatoso. Afortunadamente, sin embargo, Maria completó el partido, ayudando al equipo con valentía y profesionalidad. Ahora, que la vivencia y, especialmente, la decisión arbitral, molestaron a la querida central. Su denuncia es inapelable: "Necesitamos VAR". Esto también es igualdad.

Hablando de cicatrices y de heridas, hay otra que quizás ha pasado más desapercibida. Una que lleva en la piel Mapi y otra jugadora con pasado reciente en Can Barça, la queridísima Ana Maria Crnogorcevic. La suiza ha fichado por el equipo colchonero este verano, un cambio amargo y que entristeció a compañeras, aficionados y a ella misma, decepcionada con el tratamiento recibido en Barcelona. El partido suponía el reencuentro de Ana Mari con el Barça, y durante el saludo protocolario antes de empezar el duelo se puso de manifiesto la enorme huella que ha dejado en la plantilla. Apretones de manos, abrazos, sonrisas... y besos. Con todas menos una: Mapi. En este caso hubo cordialidad, pero también frialdad. Tanta que, al lado de la efusividad con el resto de rivales, ofrecía una sensación gélida. De hecho, durante el partido chocaron en alguna ocasión, destilando un aroma de cuentas pendientes imposible de esconder.

Ana Mari Crnogorcevic y Mapi León / X

¿Qué pasa entre ellas? Pues que hay alguna espina clavada, algún nudo que no se ha deshecho. Repasando la hemeroteca y las redes sociales, el cambio de rumbo en su relación personal es más que evidente. De íntimas al silencio más ensordecedor. De celebrar a, prácticamente, ignorarse. La vida, sí. Pero los y las que seguimos la actualidad culé no podemos dejar de sorprendernos por estas cosas. En todo caso, pase lo que pase, hay una verdad implacable: ambas tienen la estima y el respeto de la afición.