Terelu Campos se ha embarcado en una aventura televisiva a más de 8.000 kilómetros de distancia, y mientras en Honduras sus ronquidos son el tema de conversación de “Supervivientes 2025”, en Madrid alguien disfruta más que nadie de su ausencia. Mar Flores, madre de Carlo Costanzia, ha encontrado el momento perfecto para hacer lo que siempre evitó: ser una abuela presente en la vida de su nieto, fruto de la relación de su hijo Carlo con Alejandra Rubio.
Según fuentes cercanas a la familia, la exmodelo ha estado pasando largas horas en casa de Alejandra y su nieto, algo que no ocurría con frecuencia cuando Terelu estaba en España. Mar Flores ha sabido aprovechar esta oportunidad para fortalecer su vínculo con el pequeño, algo que, según los rumores, siempre había deseado, pero que la tensión con Terelu le impedía hacer con normalidad.
El veto invisible: la regla de oro de Mar Flores
Desde el inicio de la relación entre Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, ha sido un secreto a voces que Mar Flores y Terelu Campos no se soportan. Tanto es así que la exmodelo impuso una regla inquebrantable: no compartir ni un solo segundo en la misma casa que la madre de su nuera, por lo que los movimientos en la casa de Alejandra Rubio se manejan con una precisión milimétrica. La tensión es tal que, según fuentes cercanas, nunca han coincidido ni siquiera en el hospital cuando nació el bebé de la pareja.
Belén Esteban, colaboradora televisiva y conocedora de los entresijos del mundo del corazón, ha sido una de las primeras en confirmar esta peculiar situación. “Mar solo ha puesto una condición a su hijo Carlo. Esa condición es que no se encuentre con Terelu Campos en ningún momento”, reveló Esteban en una reciente entrevista. Esta condición ha llevado a situaciones casi cómicas, como el uso exclusivo del garaje por parte de Mar para entrar y salir de la casa sin ser vista. Sin embargo, ahora que la presentadora está en Honduras, las dinámicas han cambiado por completo.
Mar Flores se adueña de la casa de Alejandra Rubio
Con Terelu Campos fuera del mapa por 21 días, Mar Flores ha decidido hacerse presente como la abuela que siempre quiso ser. Sin la sombra de su eterna rival, la exmodelo ha pasado largas horas en casa de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, disfrutando de su nieto sin prisas ni tensiones. Según fuentes cercanas, Mar está encantada con la situación y ha aprovechado este momento para estrechar lazos con su familia.
En contraste, Terelu Campos sigue sin saber lo que ocurre en su ausencia, enfocada en su participación en el reality, donde sus compañeros han dejado claro que dormir a su lado es una misión imposible debido a sus ronquidos incontrolables. Aunque este periodo de paz en la casa de Alejandra Rubio parece idílico para Mar Flores, la pregunta es inevitable: ¿qué pasará cuando Terelu regrese? Todo apunta a que la guerra fría entre ambas continuará y que, una vez más, la casa del joven matrimonio se convertirá en un campo minado donde el distanciamiento es la única estrategia de supervivencia.