El gran Marc Giró ha aterrizado en T5 y lo ha puesto patas arriba. Sus participaciones en 'Hormigas Blancas' son oro puro, y la cadena lo sabe. Por eso ha repetido, una semana después de ser uno de los invitados en el especial sobre Lola Flores, desmontando con su gracia y contundencia habitual los mitos en torno a la artista andaluza. La fórmula funciona, y lo ha vuelto a hacer con el capítulo dedicado a Julio Iglesias, que pasa por momentos delicados. Se ha comido el plató y a los colaboradores con patatas.
Giró no se traga teorías edulcoradas ni leyendas rancias y caducas. Por ejemplo, que la boda con Isabel Preysler fue fruto de un enamoramiento repentino e idílico. La filipina, muy joven, estaba embarazada y había caído del cielo (o de Asia) huyendo de su país, donde la familia tenía problemas con la justicia, con líos de tráfico de drogas flotando en el ambiente. Tampoco que se casaron en un pueblo de Toledo por miedo a los fans: allí sólo había prensa e invitados "pagados". Y lo que ha hecho molestar a buena parte de la audiencia, relacionado con aquello de que Julio se ha encamado con más de 3.000 mujeres. Todo ello "un fake total", una fábula para agrandar su figura al estilo Joan Carles I, paradigma del 'machus ibericus'. Hoy, en día, Julio no pasaría la prueba del #MeeTo, aseguraba, y atribuía al machismo imperante eso tan malentendido de la caballerosidad con la mujer. La reacción de la red, en algunos casos, atacarle de forma indignante: "catalán, del armario y bobo". 3x1: homofobia, catalanofobia y mala educación por el mismo precio.
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"Ladran, luego cabalgamos". Bien hecho, Marc.