La semana fantástica de Marc Giró, flamante ganador del premio Ondas al mejor programa “de proximidad” por el 'Late Xou' de TVE, empezó días antes de la gala en el Gran Teatre del Liceu. De hecho, en las vitrinas del genial presentador catalán lucen no uno, sino dos galardones de categoría. El mencionado trofeo de un Pegaso entregado por Ràdio Barcelona, y un cucharón que lo proclama como rey de la escudella. Sí, han leído bien: Marc Giró zampándose una escudella con todo. Siempre hecho un pincel, de traje y corbata, pero sin desmerecer ni la pilota, ni la morcilla, ni la col o los galets, ni ningún sacramento de esta delicia catalana. Un restaurante suculentísimo del Eixample de Barcelona lo distinguió como su monarca durante una comida que servía, de alguna manera, para celebrar de manera anticipada el éxito incontestable por su trabajo en los medios de comunicación. Una comida única y con caras conocidas, en un local que si no han visitado, ya están tardando en hacerlo.
Giró, con su inseparable Santi Villas al lado, y compartiendo mesa con Laura Fa, recibió este honor en el Haddock, una "taverna canaille" en la calle de Valencia con Aribau, donde el chef Franc Monrabà reparte baberos a diestro y siniestro. No saldrás de allí sin haber salivado hasta límites insospechados. El establecimiento tiene una tradición legendaria: los viernes de escudella. Y cada año celebra una pequeña fiesta a su alrededor. Marc sucede en el trono a Miquel Iceta, quien vive bien cerca de allí y es un habitual del restaurante, como le pasa a muchos de los que lo descubren: sales por la puerta pensando en la siguiente reserva. El exministro de Cultura y Deportes no pudo asistir a la cita porque tenía bastante movida en Madrid con la investidura, el traspaso y todo el lío. Pero no pasa nada: Giró puede llenar el hueco que haga falta. Es un espectáculo dentro y fuera de los platós de televisión y los estudios de radio.
El momento más divertido y que se recoge en uno de los vídeos compartidos por el local es el discurso de agradecimiento que Marc dirigió a todos los comensales del restaurante. Después de un griterío monumental y de unos vivas a la escudella, clavando golpes con el cucharón de servir, dijo: “Ya sabéis que las monarquías queremos asimilarnos al pueblo, agradecería a las señoras que no hicieran la genuflexión cuando me encuentren. Disimulad. Como la Casa Real española que dicen que no les gusta, pues yo también. Si después ustedes quieren genuflexionar, pues...” Genio y figura.
A la cita no faltó tampoco alguno de los integrantes del show de Marc, como un mítico de la televisión como Miquel Serra. El exreportero de 'Aquí hay Tomate' y miembro del equipo fundador de 'Sálvame' forma parte del programa premiado con el Ondas, aparte de ser amigos de la pareja Giró-Villas y el propio chef del 'Haddock', Franc. Gente buena, buena mesa, diversión y talento. Una delicia.