No nos cansaremos nunca de decir, desde En Blau, que Marc Giró es inimitable, uno de los presentadores más auténticos, diferentes, alocados, divertidos, geniales y buena gente que tenemos en Catalunya. El flamante Premio Nacional de Comunicación y Premio Ondas sabe que este es su momento, y se lo ha ganado a pulso. Actualmente lo podemos disfrutar alborotando al personal, especialmente a Toni Cruanyes, en el Està passant de TV3, pero tampoco se lo pueden perder cada día de lunes a viernes en RAC1, en el programa Vostè primer los mediodías o cada lunes por la noche en el Late Xou de TVE, donde esta semana recibirá a otro monstruo de la televisión, la grandísima Sílvia Abril. Están avisados.
Servidor tiene la suerte de haberlo conocido ya hace una pila de años, un lejano 1997, cuando coincidimos en el mítico Les 1000 i una de Jordi González y ya se le avistaba un futuro extraordinario ante cámaras. En aquella época, a la cual corresponden estas imágenes, el bueno de Giró tenía 23 añitos, aspecto de buen niño y cara de no haber roto nunca un plato.
Ahora sigue teniendo la misma cara, pero después de oírlo hablar y especialmente, después de ver cómo se le ponen los ojos cuando ve en frente a alguien que lo deslumbra por su belleza, nadie se piensa que no haya roto nunca un plato. Vaya, que de trabajo, ha hecho. Lo que desconocíamos de él es cuál fue su primera vez, la primera vez que Marc tuvo una experiencia erótico-festiva, años antes de su debut en el mencionado programa de Jordi González aquel lejano verano de 1997. Y Marc, al que le gusta hablar y que no se corta un pelo, ha sido él mismo quien lo ha revelado en una aparición sensacional en uno de los podcast más exitosos del momento, La ronda perversa, conducido por David Balaguer, donde se ponen a prueba diferentes VIPS que tienen que responder sin ambages a preguntas íntimas, contestar varias preguntas sobre 'perversiones' íntimas, donde tienen cabida las intimidades de cariz más picante, pero no solo, ya que también se pueden encontrar placeres culpables, sentimientos como la envidia y un largo etcétera.
Con motivo del reciente Día Mundial de la Radio, se ha grabado una edición especial en el marco de 'Radiofònics' en la librería Ona de Barcelona donde los invitados eran precisamente el entrevistador y la entrevistada de este lunes en el Late show, Marc Giró y Sílvia Abril. Y les preguntan por algún "lugar o situación jugosa, sórdida, lujuriosa, morbosa, picante". Él reconoce que "cuando salía, salía. Si la cosa no desembocaba en lugares sórdidos, hasta que no lo encontraba, no paraba. Tengo miedo de que si contesto, te empieces a tocar y te excites", dice Marc socarrón, que empieza a embalarse y confiesa cuándo y dónde fue su primera vez: Yo veraneaba en Sitges y dije: 'Yo hoy me saco la virginidad de encima'... Fue como el culo, nunca mejor dicho, pero me quedé relajado, me pesaba". Momento en que recuerda que Elnacional.cat modera esta conversación y colabora en el acto: "Ahora que no me venga Dario Porras con 'Pierde la virginidad con un italiano en un hotel romántico de Sitges'"... Cómo me conoce. Pues dicho y hecho.
"Fue con un italiano y pensé: 'Uy... yo aquí he de aprendeeeeer... No la quiero olvidar porque me recuerda cómo no se tenía que hacer. Yo es que tengo una serie de catálogos de 'malos polvos'". Sensacional.
No ha sido la única confesión jugosa que ha hecho Marc. Después ha ido más allá: "Una vez me ligué a un quinqui que quería practicar una 'lluvia dorada'", dice como si nada. "Darío, te voy a decir una cosa: '¡No, eh! ¡Que eres muy pesado'!"... Pero él sabe que ya es demasiado tarde y no puede evitar explicar qué pasó: "En casa de mis padres estaban haciendo obras, muchos albañiles entrando y saliendo con sacos. Y había un quinqui con chándal y me hizo aquella pregunta. Y yo: 'Pues, no sé ahora'... Intentamos ponerlo en práctica, pero no explicaré cómo acabó, porque la cosa tiene una técnica, y yo: '¿Tú estás seguro de que esto lo podrás llevar a cabo?'. Es real total". Sílvia quiere saber cómo acabó la cosa. Y Marc: "Le dije: 'Bueno, Jose'... no pudo ser'", y es que el quinqui no acababa de tener ganas de orinar. Intervención magistral de Sílvia: "¿Y abrir el grifo? Ahora no lo podrías hacer, pero antes, sí". Y Marc remata lanzando un mensaje: "Jose, si me estás viendo, mis padres todavía viven en aquella casa. Llámame y terminamos la faena".
Marc Giró, una vez más, maravilloso. Pero, con todo el cariño, si el tal 'Jose' te llama y acabáis la faena, háznoslo saber, que los lectores de En Blau te lo agradecerán.
Puedes ver la deliciosa intervención entera aquí: