Marc Giró, flamante nuevo fichaje de Rac1 (adelantado en exclusiva a EN Blau) y uno de los personajes mediáticos más divertidos del panorama audiovisual, también tiene enemigos. Un enemigo con el que se encontró en el programa Zapeando de La Sexta, donde colabora desde hace unas semanas. El programa cuenta desde hace años con José Fernández Pacheco, conocido popularmente como Josie, editor de la revista de moda Harper's Bazaar. Un personaje que destaca por su iconoclastia e histrionismo, además de no tener pelos en la lengua. Cualidades que comparte con el catalán, que también viene del mundo del periodismo de moda (Marie Claire). La relación entre los dos no ha sido nunca buena. Ni siquiera regular. Incluso es peor, como descubrió el propio Giró en directo: "Nos odiamos. Somos las dos Españas".

La Sexta

La enemistad entre los dos nació fruto de la competencia directa entre las cabecerasde moda, y tiene su punto de partida cuándo ambos empezaron a trabajar en Madrid. "Hemos estado siempre en desacuerdo", explicaba Marc, añadiendo que hace muchos años que no se dirigen la palabra. Un silencio que se rompió en Zapeando, con Josie replicando a Giró: "Somos dos periodistas de moda y yo continúo siendo editor de una revista y tú pues... irás a otras revistas supongo, vamos te lo deseo". La clolleja del manchego recibió la irónica respuesta del presentador: "Al ostracismo, iré al ostracismo". Josie insistía: "Cada uno tiene lo que se merece". Parece que Josie desconoce que Giró es uno de los grande valores al alza en radios y televisiones catalanas y españolas.

La disputa no pasó de la anécdota, a pesar de la mala leche del de Manzanares. Giró intentaba poner punto final al momento de tensión explicando que "la gente de la moda no nos llevamos bien", mientras que Josie insistía en que "no me tengo que llevar bien cono todos, hay gente que me da mucha pereza". La sombra de la envidia sobrevoló la figura del analista de moda. Que Marc Giró da pereza sólo se puede explicar desde la enemistad personal. Y Josie quedó retratado, que diría Josep Pedrerol.