Marc Giró ha hecho un milagro: conseguir él solito que la segunda TV en catalán del país, TVE-Catalunya, gane su primer Premio Ondas en 70 años. Nunca en la historia de los galardones más tradicionales del país un programa hecho en catalán para la desconexión de TVE fuera premiado como el mejor. Es un reconocimiento no solo a la personalidad de Marc Giró, auténtico hecho diferencial de su Late show, sino a la tarea silenciosa, artesanal y bien hecha de todo el equipo de Miramar antes y de Sant Cugat ahora. TVE emite horas y horas de TV en catalán que, injustamente, pasan desapercibidas. TV3 tiene tanta potencia, económica, de influencia y por interés político, que ha eclipsado durante 40 años el oscuro trabajo de TVE en catalán. Pero hace un año hubo un momento demoledor: las dos cadenas en catalán decidieron recuperar el late night, TV3 escogió a Joel Díaz, que duró poco como sabía casi todo el mundo del gremio, y Danae Boronat, que duró poco como sabía casi todo el mundo del gremio. Y TVE prefirió al acertadísimo Marc Giró. Zona franca fue un fracaso histórico de TV3, fallido, hundido de audiencia y con problemas internos, dimisiones y despidos. Y Late show es uno de los mejores programas que se emiten en TV.
Oriol Nolis, como director entonces de TVE-Catalunya apostó para la productora de Marc Grió y su marido Santi Villas, que se llama Minuto de Barras. Sigrid Gras apostó por la productora de Joan Rufas, ex de Toni Soler, Atomic Beat. Las dos decisiones se explican por intereses, afinidades y proximidades ideológicas. La gran diferencia es que un programa gusta y el otro no. Giró estaba pletórico y fue al Palacete Albéniz al mediodía y al Liceo de noche encantador, seductor, extrovertido, maravilloso. Su socio, marido, codirector y expresentador de TV Santi Villas estaba más apagado. Tanto que a media tarde decidió cambiar radicalmente de look y afeitarse la espesa barba blanca que lucía al mediodía y le ponía muchos años encima. Hay pocas fotos del matrimonio juntos y Villas evita parecer el padre de Giró en lugar de su marido.
Santi Villas tiene un problema: al lado de Marc Giró todo el mundo parece más viejo, más aburrido y más feo. Giró brilla y eclipsa. Por eso uno es presentador y el otro productor ejecutivo del programa. Precisamente eso es lo que le puso de mal humor en la alfombra roja del Liceo. Había cierta tensión, Santi Villas estaba irritado y EN Blau pudo saber cuál era el problema. Santi Villas estaba fastidiado porque hacía pocas horas que TVE había hecho público, como es obligatorio, el precio de Late show en su Portal de Transparencia. La productora de Villas se lleva medio millón de euros y el sueldo de Marc Giró son 3500 euros por programa (unos 14 mil mensuales). Son cifras altas pero no escandalosas dentro del medio televisivo. Pero tanta transparencia desagradó a Santi Villas que exclamó "Una cosa es la transparencia y otra esto". Acostumbrado a trabajar para Telecinco, que es privada, o para Ustrell, que no tiene que detallar cuánto cobra cada uno de sus tertulianos, no lleva bien que se sepa cuánto gana el matrimonio. Pero es dinero público.
Cara de felicidad la de Marc, cara de pocos amigos la de Santi. No busquen envidias, competición o dudas en el matrimonio. Se complementan a la perfección. El productor estaba irritado porque se supo que el programa, en efecto, siendo de La 2 y fuera del prime time, es caro. Pero es bueno.