En una vida llena de malas noticias, el amor emerge como la mejor solución para que todo quede en un segundo plano. La eterna rivalidad entre el vaso medio lleno y medio vacío ha ahogado a muchas personas que se han parado a reflexionar sobre la capacidad del vaso, sin pensar en la suerte de tener agua. Una cosa así es el amor. A veces, cuando una pareja hace mucho tiempo que está saliendo, el amor se apaga y las discusiones ganan a los actos con afecto. La relación de amor se deja de lado hasta que desaparece. Entonces vienen los arrepentimientos, y por eso la típica frase de no saber nunca lo que se tiene hasta que se pierde. Dos personas que parece que no se perderán nunca son Marc Márquez y Gemma Pinto. La pareja parece que haga una eternidad que abrió la llama del amor y sus historias son como un nido de paz y encanto. Qué suerte tendría el amor si fuera representado tan solo por esta pareja.
La etapa profesional de Marc Márquez ha dado un salto en este último año. Después de ser devorado por las lesiones durante los últimos tiempos, el de Cervera pudo volver a encabezar un podio. El piloto ha vuelto a sonreír encima de la moto y vuelve a ser una amenaza para todos sus competidores. Nadie dudaba del talento del catalán, pero las últimas temporadas auguraban una retirada con menos títulos de los esperados. El inicio de la carrera de Márquez prometía convertirlo casi en el piloto con más títulos de la historia del motociclismo. Ni 1, ni 2, ni 3, el piloto ya ha ganado el Mundial de MotoGP en seis ocasiones. En esta campaña, como el primero se despiste un poco, todavía llegará a soplarle la nuca. Marc Márquez ha vuelto y ni la bandera a cuadros puede frenarlo. Tampoco lo puede hacer Gemma Pinto, que se alegra de cada victoria como si fuera suya.
Es muy habitual ver en las redes sociales los múltiples viajes que protagonizan los dos juntos. Enamorados, con los ojos brillando y una sonrisa de oreja en oreja, forman la pareja favorita del motociclismo. Los dos bonitos como ellos mismos, es imposible que si tienen un hijo les salga feo. De hecho, hace unos días los seguidores se frotaban los ojos después de ver a la pareja con unos bebés que no eran suyos. Ahora, los dos han ido lejos y han aprovechado el próximo premio de MotoGP para viajar por Australia. Con unos paisajes únicos, comiendo un helado de cara al mar o disfrutando del abismo de un acantilado, han presumido el uno del otro por las redes sociales. La que más sentimiento ha puesto en la recopilación es Gemma, que no ha dudado en poner una fotografía de los dos abrazados como primera publicación, la más visible.
El piloto, en primer lugar, ha optado por una fotografía solo, observando una hormiga con las gafas de sol. No tenemos que deslizar demasiado el dedo para encontrar ya la fotografía juntos en su perfil, la segunda imagen de la recopilación. Marc Márquez y Gemma Pinto, como Romeo y Julieta, disfrutan de sus días entre premio y premio del piloto. Los dos enamoran a la red cada vez que cuelgan una publicación y, más cerca que lejos, ya suenan las campanas de una futura boda. Qué bien le quedaría un anillo en el dedo a Gemma, pero bueno, eso es cosa de Marc. Mientras tanto, que siga corriendo como sabe y, por el bien de todos, que no deje la velocidad para apresurarse a comprar lo que todos queremos.