Marc Ribas es una mina de oro para TV3. El chef y presentador de Girona encabeza dos de los programas más vistos de la televisión pública catalana, el 'Cuines' y el concurso semanal 'Joc de Cartes'. Bueno, concurso. Hay una competición entre restauradores, pero el espacio es propiamente un reality show. Espectáculo televisivo con la percha de las propuestas gastronómicas de establecimientos por todo el territorio del país. 6 temporadas y diversos especiales de verano después, hay quien todavía no lo entiende o no lo quiere hacer, atendiendo a según qué críticas. Y 'Joc de Cartes' tiene muchas críticas. Como elogios, está. Es lo que le pasa a los formatos que triunfan sin discusión, y este es uno de ellos. ¿Un dato? El estreno de temporada de la pasada semana marcó un estratosférico 23'5 % de share y 500.000 espectadores. Un baño de realidad para los que piensan que esto va de bajada, que no interesa. Lo hace y sin discusión. Marc Ribas es uno más de la familia, con el que disfrutamos, sufrimos y a veces chillamos viendo según qué comidas, qué restauradores y qué sorpresas. Buenas, malas y polémicas. Todo esto es el universo 'Joc de Cartes', y Marc es su líder. Está al caso de todas ellas, aunque no le roben el sueño. Charla con EN Blau de estas y otras cuestiones haciendo un hueco en su apretada agenda. Y se lo agradecemos, por supuesto.
- Marc, 'Joc de Cartes' no afloja. El estreno de la sexta temporada ha sido descomunal, pasan los años y cada día estáis más fuertes. ¿Te sorprendes todavía?
- No te lo esperas nunca, no. Pero lo que sí puedo asegurar es que hemos podido dar el máximo durante las grabaciones, tiene algo que ver. Había muchas ganas porque venimos de dos años muy duros por las restricciones en la hostelería. Dejar atrás el lastre de la pandemia ha hecho que todo fuera más fácil, emocionalmente el sector estaba tocado.
- Se nota este buen humor. En el primer capítulo te hemos visto mucho más divertido, más cachondo. Y mira que tenías razones para enfadarte, con todo el lío del concursante que no era chef y que lo pillasteis. ¿Como lo viviste, hablaste con él después del rodaje?
- Mira, de las 44 personas del equipo sólo hay una que sea cocinero: yo mismo. Y en la primera comida lo pillé, no había trabajado jamés en una cocina. No nos había pasado nunca que nos mintieran así. Y me enfadé, claro. Sobre todo porque va en contra del trabajo del restaurante, que no se lo merece, hacen muy buen trabajo. Hablé con él más tarde y estaba preocupado. Me preguntaba "pero no pasará nada, ¿verdad?", y le respondí que dependía de la imagen que quisiera dar, que eso era su casa. Y que recibiría comentarios y mensajes, claro. En cuanto a mi estado de ánimo, sí, es mejor, porque el entorno también lo es. Soy sensible y si nos lo podemos pasar bien, lo hago. También he tenido el restaurante cerrado 1 año, tenía ganas de volver a la vida anterior y no a esa llamada "nueva normalidad".
Lo que ha pasado antes, durante y después de la pandemia con respecto a 'Joc de Cartes' es que muchos capítulos han recibido críticas por la utilización del catalán durante la emisión. Mejor dicho, por una mala utilización. A veces los barbarismos, otras los tics en castellano que imperan en muchas cocinas del país. O directamente por ejemplos como el más reciente, en el que de los 4 participantes, uno no hablaba ni una palabra, dos más lo hacían para salir del paso, de aquella manera... y la mala suerte es que el único que lo hablaba era lo malo de la película. Marc se moja en este tema, no rehuye la cuestión.
- Nos cuesta que una de las directrices para redactores y equipos de casting es que los participantes hablen en catalán, pero no siempre se refleja en la pantalla. ¿El programa sirve de termómetro de la situación de la lengua catalana?
- Es que esto es un reality, muestra la realidad, sí. Y la realidad es que en este país no todo el mundo usa el catalán, no lo habla. Es verdad que nadie está obligado a hacerlo. Y el mal uso que se hace es porque no se han hecho suficientes iniciativas a favor de la lengua más allá de la escuela. Desgraciadamente el catalán está en desuso, es verdad. Y nosotros no podemos forzar la máquina para enseñar lo que no hay, por ejemplo, en el Vallès Occidental. Igual que nos costó muchísimo encontrar a una cocinera joven en la comarca y que quisiera participar. También se quejan de los barbarismos que se escuchan en los restaurantes. ¡Es que es así! Y no queremos cortar las grabaciones para corregirlos, "oye, que eso se dice de esta manera", no queremos crear falsas ilusiones. Fuera hace muy frío. Me gustaría que se hablara mucho más catalán en Catalunya, pero no es la realidad.
- Uno de los capítulos de esta serie será en Madrid. ¿Escucharemos allí más catalán que en nuestra propia casa?
- No, no. No será así. Iremos allí a buscar la mejor calçotada y encontraremos a catalanes que se marcharon a Madrid hace mucho tiempo, que la lengua la tiene en desuso, pero les hace ilusión volver a oirlo, a charlarlo. Una experiencia que demuestra que la cocina catalana, además, es muy exportable. No hay que ir a Reus o Valls para comer unos buenos calçots, a mucha distancia puedes encontrar propuestas atractivas.
Ribas, quien además de presentar este formato de gran éxito también se ha puesto en la piel de los concursantes (lo hizo con el 'Capritx' de Terrassa, antes de que cerrara sus puertas), es un hombre que se ha caracterizado siempre por la generosidad a la hora de juzgar a los participantes. Sabe la cantidad de trabajo que detrás de un restaurante, lo que te juegas. Ahora bien, últimamente hemos detectado un pequeño cambio en sus valoraciones. Si tiene que suspender o censurar a alguien, lo hace, a pesar de le sepa mal. Porque hay líneas rojas que, si se traspasan, no le permiten actuar de otra manera.
- ¿Cómo se explica este cambio? ¿Hay que ser más severo?
- Esta es la parte más difícil del trabajo, la de juzgar. No puedo ser duro con un local por cosas que pueden pasar en un programa de televisión, cuando recibes a un equipo de cámaras en tu casa. Lo que si me fijo está en cosas que son del día a día. La limpieza, la seguridad alimentaria... Como pasó con Sergi. En el programa sólo se vieron 3 minutos de aquella situación en la que puso en riesgo la salud de un concursante, pero estuvimos más de media hora allí, hablando con él y con el equipo. ¡Y me di cuenta de que no los había informado previamente, eso te envía al hospital! Él fue negligente. Pero sus compañeros no se lo merecían.
- ¿Cómo será el nivel de los próximos capítulos en cuánto calidad gastronómica? Te hemos oído decir que será la mejor temporada de toda la historia. ¿Lo decías por este aspecto o por el lío quién habrá entre unos y otros?
- Bien, será la mejor temporada porque el equipo del programa ha hecho un trabajo increíble, los pilares son muy firmes y la directora Míriam Pina ha conseguido integrar muy bien a la gente nueva que ha entrado. De restaurantes tendremos como siempre de todo, buenos, regulares y alguno malo. También alguno al que le han dado una estrella Michelin. Enseñamos una parte de la realidad de la restauración en este país, que es diversa. Y en cuanto al lío, ni más ni menos que otros años. Buscamos el entretenimiento, eso es seguro.
La conversación acaba pero queremos saber como vive la repercusión del programa, las críticas, elogios, comentarios e incluso algunos artículos pasados de vueltas. Echar una ojeada al día siguiente de la emisión permite captar el impacto del programa y de su presentador, no pasa desapercibido. Cómo gestionarlo es una cuestión muy personal. Marc está atento a lo qué se dice, pero sin perder más tiempo del necesario. Hay prioridades mucho más urgentes y beneficiosas para él.
- No tengo tiempo, trabajo mucho. O estoy grabando, o en el restaurante, o disfrutando de la familia, la mujer y las niñas. Si que me fijo en las opiniones de gente con criterio, que sabe de lo que hablan. Como pasa en el restaurante, en la Taverna del Ciri. No hacemos caso de las críticas al estilo Tripadvisor, igual que no hago caso de determinadas crónicas. No pierdo el tiempo.
- Lo que está claro es que si generas comentarios es porque triunfas. 'Cuines' 'Joc de Cartes' funcionan a las mil maravillas, 'Pop up xef' no fue tan abrumador pero muchos querrían sus registros. ¿Y de cara al futuro? ¿Te ves presentando formatos en TV3 que no toquen el registro de la gastronomía?
- Llevo 7 años haciendo televisión y hoy en día me siento muy cómodo. Me atrevería a hacer otras cosas, y tanto, y de hecho me han hecho muchas propuestas, también fuera de TV3, pero al final ninguna de ellas se ha hecho realidad. Si llega, tendría que ser una aventura divertida. Todo podría ser.
Nos despedimos del chef y presentador, que tiene que atender sus muchos compromisos. Está on fire, de dulce. Se está comiendo el mundo, y nosotros encantados de acompañarlo en la mesa, cocinando poco a poco, con afecto y maestría, su fenómeno y buena ventura. Prueba de ello, lo que acaba de pasar este mismo 26 de octubre: les han concedido el Premio Ondas 2022. Hablamos con él de nuevo nada más saberse la noticia: "Estamos muy contentos, ¡imagínate! Lo estábamos hablando con la directora y con Carles Torras, el productor. Muy guay, una pasada". Todavia lo están digiriendo, como los buenos festines. ¡Felicidades!