España ha tenido repercusión mundial con la escena extraña de Luis Rubiales clavando un beso en la cara totalmente inapropiado a Jennifer Hernoso para celebrar el Mundial. El episodio no ha eclipsado el enorme èxito del deporte femenino español era noticia mundial. El presidente de la Federación viendo la repercusión ha pedido disculpas, con la boca pequeña: "Seguramente me he equivocado, lo tengo que reconocer No hay mala fe de ninguna de las dos partes".

El beso de Rubiales a Jennifer Hermoso, GTRES

Dejando de lado a Rubiales, la indignación por un beso improcedente es generalizada. Como ya se demostró con Ángel María Villar, la Federación no es un órgano público que dependa de Miquel Iceta ministro de Deportes. Es una entidad privada y a Rubiales solo lo puede echar la misma Federación. Alguna prensa ha minimizado el episodio. Ninguna referencia en las cuatro portadas de los diarios deportivos. Se lo come todo la victoria de las jugadoras.

Marca omite Rubiales, portada

El diario Marca tiene el dudoso honor de ser el diario más leído de España, incluyendo los de información genera. Dudoso honor para España, claro está. Este dato le concede a Marca la categoría de "medio de referencia" en el deporte. Pues este domingo por la noche, después de los hechos, en la redacción de Marca titularon el vídeo de la escena de Rubiales con Hermoso de una manera lamentable y muy poco profesional. Se supone que en el diario, madridista y madrileño, quería disculpar a Rubiales pero lo comparan con una situación romántica que no tiene absolutamente nada que ver: "Rubiales repitió el beso de Casillas a Carboneo... con Jenni Hermoso"

El beso de Iker Casillas a Sara Carbonero, Mundial 2010, TVE

Marca quiso hacerse el ingenioso cuando no tocaba, o querían quitarle hierro. Pero es mear mucho fuera de tiesto comparar el beso de Rubiales a una subordinada con el beso de Casillas a su novia, la reportera Sara Carbonero. La comparación solo valdría si Rubiales y Hermoso mantuvieran una relación sentimental oculta como lo era la relación de Casillas y Carbonero en el momento de su beso, la Final del Mundial de Sudáfrica de 2010. La gracia del beso del portero fue que proclamaba a los cuatro vientos que la reportera que le hacía la entrevista era su pareja en secreto. La gracia del beso de Rubiales es inexistente. Lo explica bien David Jiménez, exdirector catalán de El Mundo, empresa propietaria de Marca:

La única comparación posible de lo que ha hecho Rubiales es esta: "Es como si el director de Marca besara sin siuconsentimiento a una de sus redactoras". El diario no se ha dado por aludido: no ha retirado el tuit de la comparación pésima ni ha cambiado el titular de la noticia en el digital. Marca va a lo suyo, ya se sabe, antes que periodistas son madridistas.