El meteórico ascenso de Marcos de Quinto dentro de las filas de Ciudanos avanza a la misma velocidad que la cantidad de salidas de tono que el empresario suelta por la boca. Quien tildó a los inmigrantes del Open Arms de "bien comidos", quien ha increpado a sus detractores como "troles de mierda" y "miserables", o a periodistas de "imbéciles", se unió al proyecto naranja como independiente y número dos en las listas en el Congreso de los Diputados por Madrid, donde actualmente es diputado y portavoz económico de la formación de Rivera.
10 de septiembre pasado. Primer pleno parlamentario después de las vacaciones. De Quinto llega al escaño que le corresponde en el hemiciclo y se encuentra una desagradable sorpresa en su escaño, tal como ha informado eldiario.es: un chiclé bien visible y bien enganchado. Inmediatamente, el grupo parlamentario solicitó un cambio de escaño. El secretario general de Cs, Miguel Ángel Gutiérrez, avisó a los ujieres del 'regalito' que algún admirador, o quizás alguien de su propio partido, le había dejado allí. Pero las cosas de palacio van despacio. Y las del Congreso, también. Solicitud, tramitación, luz verde y cambio. Un proceso que no se completó antes del Pleno. "La razón del cambio era, literalmente, 'chicle pegado'. Y encima de ese chicle pegado tuvo que sentarse Marcos de Quinto".
Explica el citado medio que la sustitución de escaños gastados o con desperfectos es habitual en el Congreso, pero que nunca se había producido por un hecho como este. ¿Quién lo dejó allí? El escaño está rodeado de compañeros de partido, por ejemplo, Juan Carlos Girauta. Un misterio que ha generado la mofa masiva de la red:
Quedémonos con este último comentario: hace tiempo que la política de este país es de patio de escuela. Sólo que los políticos que en teoría tienen que hacer funcionar el país no son niños de P5.