Ciudadanos es el Titánic. Se hunde inexorablemente. Y los tripulantes de la nave van saltando de un barco a la deriva. Ahora bien: quizás esta es la mejor noticia posible para la democracia. La formación naranja ha perdido, en cuestión de meses, el grueso de personajes que hacían de Cs una filial de VOX. Rivera, out. Girauta, out. Y esta tarde del 19 de mayo, Marcos de Quinto: out.
El exvicepresidente de Coca Cola, político incendiario y opinador exaltado ha dicho basta por el segundo acuerdo de Inés Arrimadas con el 'demonio' Pedro Sánchez. Lo hace de forma fulminante, renunciando al partido y al escaño de diputado, y con unas formas mucho más educadas que Girauta: "diferencias con algunas decisiones (las cuales reconozco legítimas y democráticas)". Wow. Se ve que una vez liberado de la tribuna del Congreso, De Quinto ha recuperado la educación y el respeto democrático. Buena noticia, aunque parezca un gesto de cara a la galería. La noticia ha sido recibida con emoción y sorna en las redes, como pasa con las bajas de Ciudadanos.
La megafonía del partido, a punto para llamar a un nuevo nombre: todos apuestan por Toni Cantó. Aunque este sí que le tiene cariño a la poltrona...