Merlí Bergeron consiguió hacernos trempar con la filosofía, y emocionarnos con las historias de los estudiantes de aquella clase de bachillerato que llegaba a TV3 para convertirse en un éxito sublime. La serie de la cadena pública catalana levantó pasiones entre los más jóvenes durante tres temporadas donde nos enamoramos del profesor de filosofía y de todo el resto de personajes. Bruno, Pol Rubio, Tània, Marc Vilaseca, Gerard, Oliver... e incluso podemos decir que tenemos un buen recuerdo de Coralina. Todos ellos se quedaban grabados para siempre en las retinas de miles y miles de espectadores que cada lunes estaban pegados en la pantalla para ver un nuevo capítulo. Ya hace casi diez años de su estreno, y recordarlos siempre nos pone los pelos de punta.
El año 2015 TV3 emitía el primer capítulo: los Peripatéticos, donde presentaba a todos los alumnos y empezábamos a conocer las primeras tramas de amistad y de amor entre ellos. Entre el reparto, todo el mundo se acuerda de la historia de amor de Bruno y el Polo, Tània, la situación de Iván Blasco, y también de la amistad entre los chicos de clase: Marc Vilaseca, Gerard y Joan. Y es que, los espectadores más leales no se han olvidado de sus actores, y por mucho que todo el mundo se haya vuelto a enamorar de Carlos Cuevas cada vez que aparece en la pantalla grande, o se ha emocionado con Elisabet Casanovas, ver a otros de sus compañeros como Marcos Franz siempre es una alegría.
Parece que el tiempo no pase para algunos, pero el año que viene se cumplirán diez años del gran estreno de la serie. Ahora, con perspectiva, casi una década después, los actores han cambiado, como también lo ha hecho su manera de trabajar y visualizarse en la serie. Aunque todos tengamos un buen recuerdo de Gerard, el alumno enamoradizo que no era demasiado hábil ligando y estaba enamorado de Mónica de Villamore. El personaje fue uno de los más icónicos de la clase, sin embargo, este dulce recuerdo que tienen los espectadores, no es lo mismo que el sabor amargo que tiene él de aquellos años de rodaje: "Yo no estoy contento con mi interpretación en Merlí... Yo hice un 30% de lo que podía hacer, porque estaba depresivo, no podía actuar. No podía" Detrás de la pantalla, el actor tuvo que gestionar un problema de salud mental con poco más de veinte años, una revelación que sorprende a todos los espectadores.
"Tenía un bloqueo mental tan heavy. Yo me sentía con una impotencia de decir... No soy yo este, quiero decir, yo no estoy brillando. No soy una persona brillante. Tal como te estoy mirando yo ahora, no te puedo mirar así como hacía a Merlí. Yo no podía conectar con Laia Manzanares así, no podía conectar con en Grosser así... Estaba depresivo. Tenía una depresión de puto caballo." Ha confesado al pódcast Qui li Diu. Nadie nunca habría imaginado que el éxito de Merlí escondiese esta cruda realidad que ahora el mismo Marcos Franz, no puede ni recordar: "Y no puedo ver las escenas de Merlí, yo. No puedo ver Merlí, desde que se estrenó. No puedo verme, no me reconozco"
La serie de Merlín presentaba y normalizaba todo tipo de situaciones familiares reales, temas sexuales tabú, prejuicios sociales... Muchos de los personajes serían un ejemplo para los espectadores más jóvenes, pero parece que la verdadera cruda realidad se escondía detrás de las cámaras.