Mari Pau Huguet está viviendo una etapa de reconocimiento muy necesaria. Desde que la recuperaron para la pantalla para hacer la Cabalgata de Reyes, muchos compañeros de la profesión han querido entrevistarla.

Primero 8tv, después RAC1 y ahora el Ara. En todas las entrevistas se intuye más de lo que dice: que está descontenta con el papel que le ha asignado TV3: contestar e-mails de los espectadores quejándose de la programación.

Parece un castigo para una de las estrellas de la cadena.

Mari Pau Huguet en el taburete, foto: M.G.

La Maripau, que desde el año 2009 que no tiene programa propio en TV3, el TVist, trabaja a Atención al Espectador, pero no es ni la jefa. Un Departamento que en todas las empresas es un sopor. Lleva ahí metida 13 años. Y se la nota harta.

Huguet: "Estoy allí desde que acabé el TVist. El cambio me lo tomé bien, pero después me di cuenta de que no es un trabajo creativo ni imaginativo Hay un alud de demandas que siempre son las mismas, como por ejemplo la pregunta de sí vuelve Bola de drac. Se repiten porque contestamos por correo electrónico, individualmente. No tenemos contacto directo con los espectadores, es muy frío. No es el trabajo que yo querría hacer, ni mucho menos. Repetitiva y aburrida, no me aporta nada".

La Huguet lee mails en TV3, 8tv

Se hace duro que alguien de 58 años que todavía puede hacer programas líderes, como fue la Cabalgata, vaya diciendo que en lugar de estar encerrada en un despacho "Me gustaría mucho que alguien me propusiera alguna idea por hacer un magazín o un concurso cultural". Parece que le digan que su tiempo ya ha pasado.

El problema es que los popes de TV3 o han muerto, como Josep Maria Bachs, o se han marchado de la cadena, como Buenafuente, Albert Om o Cuní, o se han jubilado, como Jaume Barberà, o siguen dentro de la casa haciendo pantalla, como Joan Carles Peris, Bàrbara Arqué o Lluís Caelles. Mientras tanto, Huguet contesta mails.

Mari Pau Huguet con 58 años, M.G.

Quien no llora no mama: "Yo nunca he intentado pedir nada a nadie porque no es mi filosofía de vida. Sé que hay personas que lo hacen, pero no es mi manera de trabajar". No ha ido al despacho de Vicent Sanchis a llorar.

¿El problema es que es mayor con 58 años? "Quizás sí, pero la edad no la puedes cambiar, es como es y tienes que aceptarlo". Y lamenta que en TV3 excepto Ramon Pellicer no hay caras de 60 años

De las quejas de los espectadores podría presentar un programa. Al TVist iba el Defensor de la Audiencia en directo, Ahora no pasa. Como tampoco pasa lo que vivía Huguet en sus programas: "No podíamos llevar asegún qué invitados sólo porque venían de fuera de Catalunya y hablaban en castellano". Ahora el problema es el inverso: decenas de invitados y contratados castellanohablantes.

TV3 ha cambiado mucho desde los tiempos de Huguet. La Mari Pau.