Desde En Blau hemos manifestado a menudo la adoración que tenemos por la maravillosa Maria Fernández Vidal. Bueno, de hecho, la misma adoración que tienen miles de catalanes cada noche cuando la ven dando las informaciones deportivas en el TN Vespre de Toni Cruanyes. Maria es, de largo, la periodista de deportes más seguida de Catalunya. Su TN ronda los 600 mil espectadores cada día del año, y afortunadamente, desde hace ya unas semanas que podemos volver a disfrutarla hablando del Barça, el Girona y compañía, ahora que ha vuelto de la baja por maternidad de su tercer hijo. Durante un tiempo la sustituyó de manera perfecta Ruth Gumbau, pero los fans de Maria celebran que vuelva a aparecer ante cámaras.
Maria ama su trabajo, y, evidentemente, su familia. Madre de tres hijos preciosos, Pau, Rita y el pequeño Martí, también es una apasionada por la montaña, de las excursiones, de los paseos al aire libre o del relax total en su casa familiar, en un entorno paradisiaco. A menudo se ven publicadas imágenes de ella en medio de la naturaleza, encantada de la vida, con una sonrisa de oreja a oreja y disfrutando del dolce far niente y de la calma de los fines de semana. Sola o bien acompañada:
Otra cosa que destaca de ella la gente que la conoce es cómo se quiere a sus amigos, cómo siempre está al lado de la gente que a la que ama. Por ejemplo, cuándo estas personas viven uno de los momentos más importantes de sus vidas, como es el día de su boda. La última vez que Maria se fue de bodas fue el pasado mes de octubre, con su hijo pequeño a punto de nacer y una barriga más que evidente. Ella, embarazadísima y radiante, con una sonrisa que echa para atrás y un vestido precioso.
Ahora, sin embargo, la periodista ha vuelto a ir a una boda. La boda de una de sus grandes amigas, Sara. Un enlace donde le ha tocado decir unas palabras a los novios, a juzgar por las fotos que ha hecho antes de la ceremonia, con el micro preparado para escuchar a una mujer que está acostumbrada a hablar en público, pero que seguro que se habrá emocionado y conmovido a la hora de hacerlo este sábado en un momento tan especial como este. Y más, teniendo en cuenta el rincón de mundo donde ha tenido lugar la ceremonia, un lugar precioso de Catalunya que vale la pena visitar si no lo han hecho todavía. Una masía del siglo XII en el Parque Natural del Montseny, la Masia El Folló en Tagamanent, donde brillaban las bombillas que colgaron para la ocasión, pero donde, sin duda, quien iluminaba más el paisaje, con el permiso de la novia, fue Maria con un vestido espectacular y precioso, en tonos rojos y negros, estampado florecido, combinado con un bolso de mano y unos zapatos de tacón de color crudo.
Viva los novios. Y viva Maria.