Los espectadores catalanes echan mucho de menos a una de las presentadoras más seguidas del país. Maria Fernández Vidal, habitual encargada de los deportes en el TN Vespre, superando los 600 mil espectadores cada día, lleva un tiempo desaparecida de la pantalla por razones de peso, hace poco fue madre de su tercer hijo. Después de Rita y Pau, llegó el pequeño Martí, que no tiene ni tres meses y ya ha visitado la nieve, en una escapada deliciosa al Santuario de Núria en Queralbs, en el Ripollès. Muy abrigado y colgado del cuello de su madre, una preciosa y bucólica imagen:
De momento, pues, Maria no vuelve al TN Vespre, donde le está sustituyendo de maravilla su compañera Ruth Gumbau. ¿Cuándo la volveremos a ver? Antes del verano. Pero mientras tanto, desde En Blau hemos recomendado una y mil veces que una de las cuentas más imprescindibles que hay en las redes del star system catalán es la suya en Instagram. La siguen cerca de 15 mil personas que acaban de conocer al pequeño de la familia y que de la mano de Maria pueden ver a menudo postales espectaculares de nuestro país lleno de tesoros. La periodista, amante de los deportes y la naturaleza, acostumbra a colgar fotos en medio del campo, de la montaña y rodeada de flores, árboles, mar y paisajes de película. Esta es sólo una pequeña elección:
Maria Fernández Vidal / @mariafdezvidal
Maria, sin embargo, también pasea por las ciudades. De la Roca del Vallès, la periodista también se fija no sólo en un árbol en flor o un cielo azul impecable. En medio de calles y edificios también aguza el oído, o en este caso, la vista, para sorprenderse cuando se choca con una imagen insólita, cuando menos, muy poco habitual en los tiempos que corren. ¿Y qué ha visto últimamente Maria que le ha llamado mucho la atención? Un objeto de otras épocas, que quizás los más jóvenes se pensarán que es una nave abandonada procedente de otro planeta. Una marcianada, una reliquia de tiempos prehistóricos que seguro que a muchos evoca momentos y recuerdos nostálgicos... cuántas conversaciones, cuántas discusiones porque alguien te picaba en la puerta si llevabas mucho rato hablando... Nos referimos, evidentemente, a una cabina telefónica de aquellas rodeadas de puertas y con un techo...
Desconocemos dónde debe estar situada esta cabina en concreto. Hace un par de años, por ejemplo en Barcelona quedaban sólo 500, pero sólo una de las antiguas, con todo su habitáculo, que estaba situada en el barrio de Sant Genís dels Agudells, en el distrito de Horta-Guinardó. Con respecto al estado español, hacía poco había unas 16.000 cabinas, las primeras se instalaron en las calles de las principales ciudades en el año 1928. Ahora, sin embargo, como dice Maria, parecen reliquias del paleolítico... Pobres José Luis López Vázquez o Superman, si levantaran la cabeza...