Los madrileños ya han votado. Las pasadas elecciones del martes en la Comunidad de Madrid dejaron a una clara ganadora, Isabel Díaz Ayuso, que podrá hacer y deshacer a su antojo, y que ya sabe que contará (no se podía saber) con el apoyo incondicional de Vox: "Contará con el voto a favor de Vox para su investidura, como no puede ser de otra manera", ya ha avisado Santiago Abascal. El líder de la formación ultra espera una propuesta por parte de la presidenta reelegida y asegura que "Estamos dispuestos a escuchar a la señora Díaz Ayuso". Lo escucharán y le dirán que sí a todo, tiempo al tiempo.
Por mucho que se empeñen algunos en diferenciarlos, no hay duda que la derecha más rancia y reaccionaria de las españas, "la peor España, el peor Madrid y la peor derecha", como los bautizó acertadamente Pilar Rahola, ha triunfado en la capital. Que se preparen los madrileños para unos tiempos donde el fascismo quedará todavía más disimulado de lo que intentan ahora, dando gato por liebre, es decir, haciendo pasar Vox por un partido que respeta las libertades democráticas. Ayuso y Abascal, Abascal y Ayuso, se presentarán a partir de ahora, y todavía más, como dos amantes enamoradísimos que irán paseando del bracito por la Castellana. Sólo falta que sus palmeros les vayan diciendo "que se besen, que se besen" a su paso. Cosa que ya han hecho en el imaginario del artista urbano milanés establecido en Barcelona Salvatore Benintende, más conocido como TV Boy, que antes ya hizo maravillas como estas:
TV Boy ha pintado un nuevo mural y ha retratado un nuevo beso apasionado en la calle del Bisbe de Barcelona –al lado de la plaza de Sant Jaume-, protagonizado por los dos políticos derechosos y bendecidos por un Pablo Iglesias maestro de ceremonias dentro de un corazón, detrás. Una obra que ha hecho que una presentadora de TV3 lo aplauda.
Maria Fernández Vidal, la presentadora de los deportes en el TN Vespre, se ha hecho eco en su Instagram de esta imagen y ha añadido de cosecha propia un gif de una chica aplaudiendo sin cesar el ósculo apasionado.
Maria aplaude una imagen que esta vez, más que nunca, hace todo la pinta de parecerse a la realidad más que a la imaginación de su creador.