Maria Guardiola es, digámoslo claro, una de las celebridades internacionales de este país tan pequeño que se llama Catalunya, pero que tiene una proyección planetaria indiscutible. La influencer y experta en moda hace tiempo que es mucho más que la hija de Pep Guardiola y Cristina Serra. Es una profesional de este sector con crecimiento sostenido e imparable. Sus looks marcan tendencia, está siempre a la última. Es un referente. Ha construido un personaje, una marca, un estilo. ¿Esto qué quiere decir, más allá de los estereotipos existentes en este mundillo? Que lo suda. Que se lo trabaja. Que cada día se esfuerza por hacer llegar su mensaje, que es una profesional. Y que es bien capaz de ganarse la vida con su talento y constancia. La suya sí que es una carrera, y no la de Victorias Federicas de tres al cuarto. Maria es top. Y por eso también puede compartir momentos de su vida muy top. Y nosotros encantados de verlos.

La primogénita del técnico del Manchester City y la empresaria de moda, quien por cierto ya no es así y ahora luce un nuevo look espectacular y muy favorecedor, ha celebrado estos días el cumpleaños de una de sus amigas en el Reino Unido: Izabel Kovacic, fundadora de una empresa textil y esposa del futbolista croata Mateo Kovacic, ex del Real Madrid y actualmente a las órdenes de Pep. La fiesta ha tenido lugar en un restaurante de Londres muy selecto. Por precio, realmente prohibitivo, y por la oferta existente, solo apta para sibaritas: aquí lo que se trabaja es, principalmente, un único producto. Uno de los más caros del mundo. Nada que ver con el menú que se zampó hace unos días, vaya: aquella hamburguesa con queso y patatas fritas en un burger. Su 'cheat meal', una comida para saltarse su dieta habitual.

Isabel Kovacic / Instagram

El producto del que hablamos es también bastante calórico, pero no tiene nada que ver. Básicamente porque no te metes entre pecho y espalda la misma cantidad de caviar de Beluga que de una cheeseburger. No hay paladar que soporte eso. No hablamos de la cartera porque se sobreentiende que en estos círculos el tema económico es una anécdota. O mejor dicho: solo nos hace alucinar a los que miramos el céntimo con lupa. En el Caviar Kaspia London, el local escogido para el festín, lo pasaríamos más bien regular, con escalofríos y sudor frío bajando por la espalda. El grupo, con nuestra querida protagonista incluida, han compartido uno de los platos estrella de la casa. Una patata. Una patata asada, concretamente. Bien, asada y cubierta por un montón de caviar.

La patata con caviar de Maria Guardiola / Instagram
Maria Guardiola y una amiga / Instagram

Como somos fisgones por naturaleza, no nos hemos podido resistir y hemos entrado a mirar los precios de la carta del establecimiento. Nos gusta sufrir.  Hay que decir que la patata es bastante económica, son 6 libras esterlinas. El problema es el topping: dependiendo de la cantidad y de la calidad del caviar, la broma oscila entre 96 y 606 libras, de 112 a 702 euros. Lo más curioso del caso es que siempre te cobran la patata. Da igual que la quieras de oro y brillantes. La patata es sagrada. Sensacional. Otro mundo.

La carta del Caviar Kaspia Londres / www.caviarkaspialondon.com
La carta del Caviar Kaspia Londres / www.caviarkaspialondon.com