Maria Guardiola ya ha abandonado Italia, donde acaba de celebrarse una cita imprescindible para alguien que se dedique al mundo de las tendencias: la Semana de la Moda de Milán. Un acontecimiento de primer orden donde el sector de los influencers tiene un papel destacado. Si eres alguien del mundillo, tienes que estar. Y si no estás, es que no eres nadie, vaya. Maria sí que lo es: lleva un ascenso constante y muy firme en Instagram, rozando al medio millón de seguidores con tan solo 22 años. Un gentío que alucina con la vida que comparte la hija del técnico del Manchester City. También con sus looks, claro.
La catalana se lo trabaja, es currante. El mito de "no hacen nada y solo enseñan una vida de lujo pagada por sus padres" es solo eso, un mito. Detrás de la mayoría de sus instantáneas hay trabajo a espuertas. Son imágenes de gran calidad, no es llegar y besar el santo. Estos días ha tenido un ritmo frenético, como hemos seguido desde EN Blau al detalle. También hemos compartido sus momentos íntimos como fan de sus ídolos musicales, como el músico J Balvin. Al día siguiente de las fiestas, sin embargo, otra vez al trapecio. A trabajar. Incluso antes de salir a cenar para cerrar la aventura milanesa.
La última cena de Maria Guardiola en Milán con un look que da miedo, pero del bueno
Prueba inequívoca de todo lo que estamos diciendo es la sesión de fotografía que realizó justo antes de salir a cenar por la capital de Lombardia. Unas imágenes que te dejan sin aliento, el estilismo de la catalana es impactante. Un look que da miedo, pero no el de la película 'El resplandor', no. Un miedo más agradable, para entendernos. De 'resplandor', el que deslumbra Maria Guardiola, su pelo, sus ojos y su make up. Pero hay más.
El estilismo de Maria Guardiola que se perdió en directo su novio Jermaine J Funk
Las fotos sirven también para otra cosa: para decirle a su pareja "wish you were here", como la canción de los Pink Floyd. Si el disc-jockey Jermaine J Funk la hubiera acompañado en Milán, cosa que no hemos podido contrastar a lo largo de la estancia de la catalana, hubiera alucinado bastante con la espectacular puesta en escena de su chica. Una combinación arrasadora y muy del estilo italiano, con conocidísimas marcas de primera línea encima. Nivel top. Como la carrera de Maria, que apunta muy alto.
Cojan aire porque Maria va fuerte. Y no para. Por cierto, ¿quién se acuerda de la cena?