Maria Guardiola, la hija mayor del Míster Pep Guardiola, ha vivido desde pequeña la excelencia en casa. A su edad, 23 años, es Licenciada en moda por una Universidad de Londres y tiene un piso en la capital inglesa desde donde viaja por todo el mundo siguiendo o los grandes partidos del Manchester City, por devoción, o las grandes ciudades de la moda, por trabajo. Visita a menudo París, Milán, Barcelona o Nueva York. Es instagramer y puede vivir de su profesión: va camino de tener su primer millón, no de dólares, de followers. Una cifra descomunal para alguien que no sale en TV, no es actriz ni cantante ni deportista, no concede entrevistas, no es ordinaria ni sale desnuda ni trafica con su vida sentimental. No sabemos ni quién es su novio, o si no tiene, después de sus discretas relaciones con el futbolista Dele Alli y con el disc-jockey Jermaine J. Funk. Ambos tienen en común que adoran los tatuajes. Y ahora Maria se ha hecho un nuevo tatoo pero pensando en el hombre de su vida, su admirado padre.

 

Maria ha mamado excelencia desde pequeña. Nació el último año del Pep como jugador culé, en el 2001. En aquel año decisivo, cuando Guardiola es padre por primera vez y se va del club para probar la aventura italiana en el Brescia y en la Roma. Maria sabe qué es viajar, adaptarse, madurar y escuchar frases motivacionales de boca de su padre. Pep Guardiola es el autor de sentencias como: "No puedo prometer títulos, pero sí trabajo", "Perdonaré que no acierten pero no que no se esfuercen", o "No hay nada más arriesgado que no arriesgarse". Con tantas frases Maria ha optado por una que le han dicho en casa su padre o su madre, Cristina Serra, en catalán, que le ha servido de inspiración para tatuarse en el brazo derecho. Se tatúa unas alas de angelito que se explican con la frase con qué acompaña el post de Instagram. Usa su lengua materna, cosa no muy habitual en su Instagram de alcance mundial:"No deixis que ningú et talli les ales" (No dejes que nadie te corte las alas):

Detalle del tatuaje, Instagram Maria Guardiola

Maria Guardiola, genio y figura: unas alas muy finas, discretas pero que quedan a la vista con la mayoría de vestidos que luzca, en el deltoides. Y de paso consigue que un millón de personas en el mundo que no entienden el catalán vayan a la opción "See translation" de Instagram para saber lo que quieren decir estas palabras catalanas. En inglés, donde tiene la mayoría del millón de followers, sería "Don't let anyone cut your wings". Un consejo made in Pep, que vale para Messi, para Piqué o para los tres hijos de la pareja, Valentina, Màrius y Maria. Con este tatoo y con esta frase, a comerse el mundo. Unas alas de angelito en el deltoides para recordar siempre un lema vital: vuela en busca de tus sueños. Maria, un ángel.

Maria Guardiola en NYC. Ig

Maria está pasando unos días de febrero en NYC, visitando la FlagStore, la tienda icónica de la marca de moda Toteme, visitando galerías de arte y luciendo pantalones tejanos andrajosos de una empresa de Tenesse. Todo lo que se pone, vende más. Un millón la miran embelesados.

Maria Guardiola adora a los hombres tatuados

Dele Alli tatuadísimo, Jermaine J Funk, también, la mano tatuada del chico que la toca en un yate en Ibiza, también:

Maria Guardiola y su segundo novio en Ibiza, Ig

Maria Guardiola en bikini fucsia eléctrico en la proa del yate y cuando va a popa a sentarse, un chico tatuado le ponía delicadamente la mano en la pierna, concretamente en el muslo izquierdo. Parecía evidente que la Instagramer tenía pareja. Tatuado en el antebrazo y la mano y la hija de los Guardiola-Serra etiquetaba solo a un chico a bordo del yate: Jermaine J-funk, un disc-jockey especializado en pinchar a bordo de fiestas de cruceros. Ahora él está casado y ella sigue adorando los tatuajes.