El nombre de Jesulín d'Ubrique siempre ha ido del brazo con Belén Esteban. La polémica de su paternidad con Andrea Janeiro la ha perseguido toda la vida, y mientras tanto Esteban se hacía de oro en la época dorada de Sálvame y el Deluxe, el torero rehacía su vida a escondidas con María José Campanario. Empezaba de cero con esta nueva pareja que le regalaba la oportunidad de ejercer de padre de nuevo, mejor dicho, de hacer de padre por primera vez, porque con Andrea Janeiro hizo bomba de humo totalmente. Desde entonces, los dos protagonizaban la ruptura más mediática de la década, todavía ahora, después de más de veinte años, siguen llenando titulares por su historia de amor. Pero desde entonces ha llovido bastante entre los dos personajes.
Cuando parecía que el torero se deshacía del suyo polémico pasado con Belén Esteban, le llegaba un nuevo revuelo: las mujeres más importantes de su vida se abrían un perfil de Instagram. Llegaba la fiebre de influencer a su casa. Desde que Juls Janeiro cumplía su mayoría de edad, la joven solo ha hecho que traer dolores de cabeza a su padre. Empezaba a desarrollar su faceta como influencer, con fotos de sus looks y maquillajes. Pero el escándalo llegaba cuando salía a la luz su relación fugaz con Pietro Costanzia, el hermano de Carlo Costanzia, detenido por presunto homicidio en Italia. Todas las portadas hacían alboroto de la noticia, y al salir las fotografías de su romance, entraba en escena otro personaje con sed de venganza: María José Campanario. La madre de la criatura y la mujer del torero sacaba las garras por su hija, sin piedad amenazaba a todos los medios para publicar fotos sobre su hija, unas amenazas sin sentido teniendo en cuenta que la joven cuenta con un perfil de Instagram con 211 seguidores. En fin, tenía mala leche para rato, y eso tan solo acababa de empezar.
Fue cuando Jesulín d'Ubrique se convirtió en concursando de MasterChef Celebrity que María José Campanario le hizo gracia eso de abrirse el perfil de Instagram. Digamos que descubrió un foro donde poder hacer publicaciones de su vida, reflexiones, y desprender su orgullo hacia su marido. Le debió gustar eso de recibir 'me gusta' y seguidores nuevos, pero lo que no se esperaba era la hora de llegada de los haters. Este es el precio de los influencers, y la Campanario no se lo veía venir. A ella le gusta publicar selfies y, como en todos los perfiles, siempre hay seguidores que comentan más de la cuenta. Hay quienes se fijan si vas mal maquillada, si la camiseta conjunta bien o si has aumentado algunos kilos de más. Y este fue exactamente el comentario de la discordia, resulta que en su última publicación su público le ha notado las mejillas más gorditas de lo habitual, la han visto más llena de lo normal. Unos comentarios que no le habrían hecho nada de gracia, incendiaba la red de nuevo.
Aparte de instagramer, Campanario también tiene una cuenta en Threads, la nueva red social de Instagram del mismo estilo que Twitter. Un foro donde la mujer del torero siempre se desahoga, y esta vez no podía estar menos. Después de los últimos comentarios de su publicación, ha decidido desahogarse por la plataforma: Acabo de subir esta foto a insta y me están diciendo que me he pasado con los mofletes QUE SIEMPRE HE TENIDO! Mira de verdad, es que es para descojønarse, eh? Qué pesada es la peña con los físicos ajenos. YO ME VEO ESTUPENDA, COÑEYA! La Campanario utiliza vocabulario de lo más coloquial y juvenil, de hecho, ya lo pudimos notar la última vez que se indignó por la plataforma: "Venga hasta luego, no se me quejan y tal..."
Jesulín se pensaba que la verdulera de la historia era Belén Esteban, pero después de estos comentarios, no sabemos qué deciros... Esta fanfarronada nos suena, dicen que la Campanario siempre ha estado obsesionada con Esteban, y aquí lo podemos ver bien claro.