Los fans de El Foraster estamos tristes, para qué negarlo. Después del programa recopilación de los mejores momentos que vimos este lunes por la noche en TV3, nos quedamos, hasta nueva orden, sin más raciones del programa que presenta como nadie el bueno de Quim Masferrer. Nos quedaremos, pues, huérfanos de muy buena gente durante un tiempo. El programa cierra el chiringuito hasta dentro de unos meses, cuando Quim coja el coche y el micro y vuelva a recorrer por rincones preciosos de Catalunya donde encontrarse a vecinos maravillosos que nos emocionan con sus historias de vida. Como ha dicho Masferrer, ahora que se ha acabado temporada, "Si una cosa tengo clara, es que los pueblos de Catalunya están llenos de soñadores. Una vez más, habéis compartido conmigo vuestros sueños, vuestras ilusiones, vuestras historias. Y sólo os puedo estar agradecido. Porque gracias a vosotros, ser forastero sigue siendo un sueño hecho realidad".
Este año, los espectadores del programa más exitoso de TV3 nos hemos quedado enamorados de Vilanova de Sau, Verges, Castellserà, la Vall de Bianya, Vilaller, El Serrallo, l'Ametlla de Merola, Pratdip y sus vecinos. Personas que a menudo nos han tocado la fibra, otros nos han hecho llorar, muchas nos han hecho partirnos de risa y algunas no podrán borrarse nunca de nuestra memoria. Vecinos o vecinas únicos, con una personalidad maravillosa y diferente, que nos han dejado sin palabras a nosotros y al mismo Quim cuando les ha conocido. Y una de estas personas que nos robó el corazón fue Maria Nicolau de Vilanova de Sau:
Cuando la ve, sólo llegar a su pueblo, El Foraster alucina por la manera como se expresa Maria, cuando la oye refunfuñar desde la calle. ¿"Qué te pasa"?, le pregunta. Y ella arranca y no hay quien la pare: "Vienen los clientes al restaurante y salen a mi jardín a tomar el fresco y tiran los palillos, los palillos, por el suelo". Que traducido vendría a ser que está hasta el gorro de los domingueros incívicos. "Ya está bien de que vengan y nos den trabajo, pero se puede ser dominguero y civilizado. ¡Por favor! De cerdo y de señor se tiene que venir de origen, y puedes salir un domingo a comer y tirar esto a la basura", se lamenta ella.
Quim, enamorado de Maria, quiere saber, ya que es cocinera, como es la cocina que hace. Y ella: ¡"Pues como soy yo! De casa, que te soluciona la mandanga, que con cuatro duros te hago tres cositas estupendas. Esta es la buena", dice ella, antes de hablar del alud de cocineros que últimamente salen por la tele: "Será que no han dado la tabarra los tope-chefs, Masterchefs, SuperChefs y Chusquitres. ¿Sabes que les pasa a estos? Que no cocinan en casa. Llegan a casa, se meten cuatro Donettes para no caer desmayados y se van a ver una serie de Netflix para bajar el biorritmo"... Maravillosa. Pues ahora, bueno, de hecho, hace unas semanas, quien hace de 'chusquitres' cocinando por la tele, por TV3, es ella. Y si en Vilanova de Sau dejó a El Foraster con los ojos como platos, ahora lo hace con los espectadores del Tot es mou, programa donde colabora, en una de las mejores secciones del programa de la Melero. Y este miércoles, reencuentro con Quim Masferrer.
Cocinera, autora del excelente libro Cuina! O barbàrie, colabora desde hace unas semanas con El matí de Catalunya Ràdio y el Tot es mou, donde este miércoles ha preparado unas lentejas express en ocho minutos,
Cómo le ha dicho Quim a Helena este miércoles: "Tiene una cosa muy difícil de tener en televisión: autenticidad". Maria Nicolau, una mujer y una cocinera auténtica. Como sus lentejas, que tenían un aspecto despampanante. Y cada semana la pueden ver. De sorprender en El Foraster a sorprender en el Tot es mou. A sus pies.