En solo pocos días, Helena Garcia Melero ha sido testigo de primera mano, en su propio programa de TV3, Tot es mou, de dos anuncios de adiós de dos personas muy queridas por los espectadores. Dos adioses, eso sí, diferentes. El primero, la semana pasada, el adiós definitivo después de cuarenta años en TV3 de uno de sus periodistas y presentadores más icónicos e históricos, el gran Eduard Boet, que se jubila. Con él en plató, Melero recordó algunos de los programas a los cuales ha dado su talento y su cara y cómo coincidieron en uno de los días más difíciles de su vida laboral, cuando los dos fueron los encargados de explicar la tragedia del 11 de septiembre del 2001 con el atentado a las Torres Gemelas.


El adiós de hoy ha sido también un adiós profesional, a pesar de que no un adiós a toda una vida laboral, pero sí a una buena parte de ella. Las últimas horas, la televisiva chef del programa, Maria Nicolau, hacía un anuncio que sorprendía a sus seguidores en redes: "Mañana os tengo que decir una cosa y estoy nerviosa", anunciaba ella. Y mañana ya es hoy.

Maria, que nos enamoró cuando la conocimos en El Foraster, el día que Quim Masferrer visitó Vilanova de Sau, y se la encontró fuera del restaurante donde trabaja, en la parte de atrás, en el jardín, farfullando: "Vienen los clientes al restaurante y salen a mi jardín a tomar el fresco y tiran los palillos, los palillos, por el suelo". Hasta el gorro de los domingueros incívicos. "Ya está bien que vengan y nos den trabajo, pero se puede ser dominguero y civilizado. ¡Por favor! De cerdo y de señor se tiene que venir de cuna, y puede salir un domingo a comer y tirar eso a la basura". Después, cada mediodía nos despierta una sonrisa en el Tot es mou, cocinando al lado de la Melero.



"Estamos todos un poco nerviosos, inquietos por lo que puedas explicarnos", le dice Helena a Maria, que por un día, no estaba tan risueña como de costumbre, sino más bien nostálgica y con un nudo en la garganta. Y es que Maria deja un trabajo que ha sido más que eso, ha sido su vida: "Hace tiempo que esto se va cociendo, y ha llegado el día. Mi vida ha cambiado muchísimo los últimos años, y tengo que escoger. Cambio de camino. Cojo uno que se ha abierto y que me hace muchísima ilusión". ¿Qué camino se ha abierto? ¿Cuál deja?: "Hace 25 años que hago de cocinera, empecé con 14 años. 25 años que amo este oficio, que me lo ha dado todo... pero el 31 de marzo será el último día de El Ferrer de Tall. Estoy triste. Queda el espacio para que algún artesano decida hacérselo suyo, se acoplen y naveguen". Deja el restaurante de su vida, al cual llegó hace seis años.



"En el restaurante se requiere que la persona esté, hay que estar, hay que cocinar. Porque si no, las cosas se acaban difuminando". Después de llegar "de rebote y como por accidente" al restaurante, está profundamente agradecida a sus propietarios. "Me he sentido en casa, hemos hecho equipo, hemos hecho familia, en las buenas, a las duras y a las maduras". ¿Y qué vendrá ahora?: "Proyectos delante que me hacen ilusión, para los cuales hace años y años que trabajo. Ahora me siento con el derecho de decir: 'Lo tengo que probar'".
Exclusiva de Maria Nicolau (@MAlbercocs): "Cambio de camino. Tengo proyectos muy grandes en frente. El 31 de marzo será el último día que estaré a El Herrero de Corte|Trozo. Queda el espacio para que algún artesano decida hacérselo suyo, se acoplen y naveguin"#TotEsMouTV3▶https://t.co/xB2zftPy4x pic.twitter.com/V0Zs6lsDNB
— Todo se mueve TV3 (@totesmoutv3) March 7, 2023
Mucha suerte en todo lo que decida probar Maria. De momento, seguiremos disfrutándola cuando vaya al programa de la Melero. Y no se preocupen de que a pesar de no contar con sus manos prodigiosas y su talento en los fogones, si pasan por Vilanova de Sau, no lo duden ni un segundo: deténganse en El Ferrer de Tall, que seguirán probando platos absolutamente celestiales. No se arrepentirán.