El terremoto Rocío Carrasco y sus réplicas monopolizan la actualidad rosa. Y no la rosa, también. De un divorcio de papel couchè hemos pasado a un caso de denuncia de violencia de género que trasciende al chismorreo. Antonio David Flores es el gran señalado del escándalo, pero otros personajes parecen inmunes: uno de ellos, el principal, es Fidel Albiac. La pareja de Rociíto es también el que mueve los hilos entre bambalinas, y según varias fuentes, tiene totalmente manipulada a la hija de la Jurado. Es el 'puto amo', que diría aquel, aunque también poseedor un currículum dantesco. La prensa lo conoce bien, pero son pocos los que osan decir las cosas por su nombre. Y una de ellas es María Patiño, que acabará mal en Telecinco: por no comulgar con la nueva versión oficial y por tocar la pieza clave del entorno de Carrasco.
Patiño sabe cómo las gasta Fidel, con quien se enfrentó en los tribunales. Ha intentado taparle la boca en varias ocasiones, pero no puede. Y la de 'Socialité' no quiere que se vaya "de rositas": puestos a que caigan las máscaras, que caigan todas. De buen samaritano y buena persona, nada. Recuerda cómo se dirigía Albiac a los hermanos de Rocío: Gloria Camila y José Fernando, adoptados por Rocío Jurado y José Ortega Cano. Dos criaturas a las que se refería de forma racista y despectiva por ser colombianos: "los inmigrantes". Patiño no lo dice explícitamente, pero EN Blau lo sabe. La de Telecinco responde así al vídeo con comentarios homófobos del exguardia civil que circula estos días y hunde todavía más su reputación. Eso sí, explica que no se trata de una competición de bestialidades entre Antonio David y Fidel, si no "de recordar el todo para no incidir en lo que conviene".
María Patiño se la juega. La venganza puede ser terrible.