El clima laboral en Telecinco es irrespirable. Rocío Carrasco y su testimonio están sacando lo peor de muchos de sus profesionales, y los ajustes de cuentas entre compañeros de trabajo son constantes. La cosa es más grave en 'Sálvame', dónde dudar de Rociíto es peligroso. Se paga caro. El ejemplo más claro es el de María Patiño, que lleva una semana para olvidar. Desde que recibió durante la entrevista a la protagonista en plató, va coleccionando broncas y humillaciones: una de las más dolorosas, la de Jorge Javier Vázquez. Hasta la tarde del 29 de abril, cuando ha vivido una experiencia muy desagradable y angustiosa, víctima de una emboscada de compañeros como Miguel Frigenti y la colaboración de Carlota Corredera. Lo que empezó como uno de los múltiples encontronazos entre tertulianos acabó de la peor manera: con la de 'Socialité' llorando desconsolada y con un ataque de pánico brutal.
Frigenti y Patiño no tienen buena relación, y la polarización del caso Rocío ha multiplicado la distancia entre ambos. No hay día, tema o situación en la que no acaben discutiendo. El joven colaborador se la tiene jurada porque, además, parece que ha sido bloqueado en las redes de María, un crimen execrable en esta era de las redes sociales. Y Miguel, de redes, domina mucho: las utiliza para clavar pullas a su rival. Le sacó la porquería virtual, que acumula a espuertas: un 'like' a un comentario muy crítico con Belén Esteban, su amiga, contra la productora que le paga el sueldo y contra la mismísima Telecinco. María lo negaba, pero de repente tenía a todo el programa encima. La llamaron de dirección para enseñarle el famoso "me gusta", detonando el drama. Este es el tuit de la discordia.
Patiño empezaba a llorar y a sufrir un ataque de angustia: no se podía explicar cómo había pasado. Daba la impresión que era un error, pero daba igual. Las lágrimas cotizan alto en el programa. Su situación era como para compadecerse y no hacer más sangre, sobre todo viendo cómo respiraba con dificultad, temblaba y sólo podía decir: "no lo he hecho, no sé cómo demostrarlo, lo juro. Pone cosas horribles, también pongo en jaque a mi empresa. Os he fallado". Viendo que la cosa iba en serio, Carlota recogía cable: "¿Crees que si me lo juras no me lo creo? No quiero verte así. Esto no es un juicio. No tengo duda de que lo has hecho sin querer". Genial, pero tarde. Demasiado tarde.
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Frigenti acabó pidiendo disculpas, Belén Esteban llamó por teléfono para exculparla y María abandonó el plató y el programa para tranquilizarse. Pero que no se confie demasiado: la esperan con ganas. Es la ley del "conmigo o contra mí".