Esta semana el clan Pantoja ha vuelto a ser el gran protagonista de ‘Sálvame’. El pasado viernes el programa de La Fábrica de la tele retransmitió en directo la boda de Anabel Pantoja con Omar Sánchez. Finalmente, sí se celebró, aunque con sonadas ausencias como la de Kiko Rivera e Isabel Pantoja. La boda contó con uno de los mejores datos de audiencia de ‘Sálvame’ en toda su historia, un 19,8%. Como dijo Jorge Javier Vázquez, la caída del programa solo era una falta de contenidos, pero está en plena forma.
Y tanto. ‘Sálvame’ dará mucho que hablar en las próximas semanas con el nuevo culebrón Pantoja. No solo del fallecimiento de Doña Ana y del reencuentro de Kiko Rivera con Isabel Pantoja, sino del enfado entre Anabel Pantoja y su primo.
Kiko Rivera se encontraba en la isla de la Graciosa junto a su mujer y sus dos hijas para acudir a la boda de su prima. El DJ aceptó ser el padrino de la novia. Sin embargo, el fallecimiento de su abuela dio un giro de 180 grados a los acontecimientos.
El cantante optó por no asistir a la ceremonia. Y creyó que lo conveniente era no celebrar la boda y retrasarla para más adelante, no era el momento. Isabel Pantoja pensó todo lo contrario. La cantante quería que se celebrase el enlace, de hecho no quiso comunicar a sus hijos que su abuela se estaba muriéndose para que no fastidiara ese día tan especial.
El marido de Irene Rosales permaneció todo el fin de semana en su casa de Sevilla. Desde allí cogió el móvil y dejó de seguir a Anabel Pantoja en redes. Un gesto que dice mucho de su enfado. La colaboradora de ‘Sálvame’ pide una explicación. “Me gustaría que mi primo me dijese si tiene algún problema conmigo”. No entiende su postura, aunque sí su decisión de no querer ir a la boda.
Kiko Rivera publicó en sus redes sociales otra fotografía con su abuela y un corazón negro, de luto. Otra clara indirecta a Anabel Pantoja. Sin embargo, si que hay una persona de la familia que lo está pasando realmente mal y tampoco ha acudido a la boda. Se trata de Isabel Pantoja. Así lo confirmó María Patiño. La muerte de Doña Ana ha hecho que madre e hijo se reencuentren un año después de su guerra familiar. A la una de la madrugada llegó Kiko Rivera en coche en compañía de Manuel Cortés, no hizo ningún tipo de declaración. Salió tres horas más tarde visiblemente tocado.
María Patiño tenía información sobre ese reencuentro familiar. Lo primero que ha querido desvelar es que Isabel Pantoja no estaba delante cuando falleció su madre. Solo estaba su hermano Agustín y una amiga de la cantante. "La intención de Ana es ser enterrada al lado de su marido", ha contado la colaboradora, él está enterrado en el mismo panteón que Paquirri.
Pero el detalle más revelador ha sido el estado de salud de Isabel Pantoja. Lleva un año y medio sometiéndose a un tratamiento médico “importante”. “Y eso ha hecho que haya delegado mucho en Agustín". "A Kiko le sorprendió muchísimo ver en las circunstancias físicas que estaba su madre", ha explicado, y ha puntualizado que no pesa 45 kilos, sino 51, "le impresionó ya no solo la situación sino ver a Isabel que está absolutamente consumida", ha añadido.