Todavía trae cola el impacto del trailer del documental que Telecinco emitirá el domingo sobre las excusas de Rocío Carrasco para no hablarse con sus hijos y hermanos. Un secreto muy bien guardado de una de las productoras con trabajadores más indiscretos de la TV, La Fábrica de la Tele. El hermetismo ha permitido crear más expectación pero se les ha ido la mano. Han vendido la exclusiva de la hija de la Jurado como "Pondremos fin en una mentira de la prensa del corazón durante 25 años'.
Sálvame lo ilustró con imágenes de Xavier Sardà, Sandra Barneda o Jaime Cantizano. Acusa de mentirosos, o engañados, a los compañeros. Y queda feo. Nadie ha mentido sobre el drama familiar. Son habas contadas: Rocío Carrasco pierde a su madre y se aleja de sus hermanos adoptados, de su padre, casado con una peluquera, de su padrastro torero, y lo más imperdonable: de sus dos hijos, uno de los cuales con discapacidad intelectual. ¿Dónde está la mentira? Esto ha pasado y ella nunca ha explicado por qué. Una asalariada de la productora, María Patiño, ha dicho que por ahí no pasa, que ella no es ninguna mentirosa:
Patiño sin pelos en la lengua: "No me siento parte de ninguna mentira". Primera bofetada contra Sálvame. La segunda también es dura y aclara las cosas: "Y sin defender en su ex, Antonio David, la gran mentira está al lado de Rocío Carrasco". En carne y huesos, la gran mentira es Fidel Albiac:
Albiac, segundo marido de Rocío Carrasaco, es quien mueve los hilos, la herencia, los derechos de autor de la Jurado, los negocios y por lo tanto negocia el caché de la exclusiva. Él es el único de la familia que se ha quedado al lado de la Carrasco. El último de llegar, pasando por encima de los dos hijos menores de Rociíto. Todo lo que no sea ponerlo en el centro del documental contribuirá a esconder qué y por qué ha pasado, de verdad, en la familia Jurado.
Albiac nunca habla. Siempre parece que se mueve en las sombras. María Patiño, gato viejo en el negocio, no se lo traga. Ni los periodistas mentían ni Albiac puede hacer ver que no va nada con él. Patiño contra Sálvame. La gran mentira son otros.