Es fácil entender por qué María Pombo es la influencer de referencia de la derecha española: antiabortista declarada y unionista ferviente, en verano la mediática madrileña se casó haciendo sonar el himno de España a todo trapo en la iglesia. Declaraciones y acciones que le han generado un montón de polémicas. Ahora que empieza el año, la controversia política vuelve a perseguirla. Esta vez porque se ha plantado en una manifestación en contra del pacto entre Pedro Sánchez y ERC para la investidura.
"España no se rompe", escribía este fin de semana en su cuenta de Instagram desde el corazón de la manifestación. En la concentración había políticos del PP, Ciudadanos y Vox. Y claro, tan pronto como publicó la foto le empezaron a llover las críticas. Unas críticas que ha intentado esquivar con un comunicado público donde pide respeto por su ideología: "La política nos está separando cada día más", se lamenta. Aquí el texto entero:
"Lo que más me representa es la derecha. Ni siquiera sé mucho de política. Defiendo España porque creo que es el mejor país de todos", explica a sus seguidores antes de enumerar todo lo que le gusta de su país: "Defiendo su comida, su gente (…), el pan tumaca y hasta los hielos que le ponen a los cubatas (no hay hielo igual)". María Pombo guiña el ojo a Catalunya y al botellón de los sábados antes de entrar a la discoteca. Aunque no le acaba de salir bien del todo:
Los que la detestan la llaman María PomVox pero a ella no le importa: "Si hablan de separarme de una sola de las comunidades autónomas de España saldré a la calle para defender que ahí también hay gente que se siente como yo". Y tanto. También hay muchos que no. Con un referéndum se podría captar la opinión de todo el mundo.