María Pombo es la nueva cara visible de la esclerosis múltiple entre las influencers. Después de varias semanas de malestar y hormigueo en las extremidades, y de haberse sometido a un montón de pruebas médicas, la mediática madrileña fue diagnosticada en junio. Un golpe duro que ya se veía venir: su madre también tiene la enfermedad y al principio tenía los mismos síntomas que ella. Pero Pombo vive de proyectar su imagen sobre un público joven, y no podía permitir que este asunto la hundiera anímicamente. Así que le ha dado una vuelta a la situación y los últimos días se ha dedicado a hacer campaña de concienciación en las redes sociales, explicar a sus followers en qué consiste la patología y mostrar el tratamiento que ha empezado a seguir. Los efectos secundarios son parte de este proceso.
Como está embarazada, el tratamiento actual podría no ser el definitivo y los médicos tendrán que estudiar lo que hay que hacer después del parto. A estas alturas, la joven instagramer tiene que pasar cada 15 días por el hospital para que le inyecten los medicamentos. Por el mismo motivo, los pinchazos son en la pierna y no en la barriga. "En el peor de los casos me provocará una reacción alérgica, una mancha roja en la piel y un poco de fiebre", afirmaba después de la primera visita al centro sanitario, cuando comentaba las posibles secuelas de la medicación. Y esto es exactamente lo que le ha pasado. En su perfil, María Pombo publica la imagen:
Tal y como le habían advertido que podía pasar, la inyección le ha hecho reacción y Pombo tiene ahora una gran marca roja en la pierna. En estos casos, los doctores le recomendaron tomar paracetamol. Pero la influencer busca también el consejo de aquellos que, como ella, tienen esclerosis múltiple y reciben este tratamiento intravenoso: "¿Alguien que esté en una situación parecida y tenga alguna crema o solución que le vayan bien?", pregunta entre su público.
Ya lo explicó tan pronto como supo que estaba enferma, que de ahora en adelante hablará de todo lo que supone tener esclerosis múltiple para acabar con el miedo y el desconocimiento. "A lo mejor nos rodeamos de gente que ni siquiera sabemos que la tiene porque decide no contarlo y vive perfectamente sin que se vea que tiene la enfermedad", comentaba hace tan sólo unos días. Las marcas rojas en la piel son un efecto secundario del tratamiento, pero los médicos le han asegurado que los avances científicos le dejarán hacer una vida totalmente normal: "Voy a contar cómo lo llevo para dar un poco más de visibilidad a esta enfermedad y que no le tengamos tanto miedo". Mensaje cargado de positivismo que no esconde otra alegría, que espera a su primer hijo con Pablo Castellano: “Tengo una razón muy grande por la que ser muy muy feliz. A veces las ilusiones ganan al peso de las piedras. Con lo cual, la ilusión que tenemos ahora gana por goleada”.