María Teresa Campos ha sido una de las presentadoras más míticas de la televisión española. Su fama le comportó ganancias extraordinarias durante décadas, como es natural. Pero lo que ha quedado después de su muerte resulta realmente sorprendente. Mucho tiempo antes del bajón físico de la de Tánger se empezaron a oír voces de los problemas económicos de la matriarca. Apartada de la televisión y sin facturar, su nivel de vida era insostenible. Por ejemplo, mantener la mansión de Molino de la Hoz de 2.000 m² y 6.000 de jardín, con piscina climatizada y lujos faraónicos. La acabó vendiendo muy por debajo del precio que esperaba, de pedir cerca de 5 millones a colocarla por la mitad. Esta es la gran muestra del declive de una estrella con los bolsillos más vacíos de lo que supondrían sus espectadores. Una situación que ahora, con el enigma del testamento sobre la mesa, se ha manifestado de una manera muy cruda.

Para empezar: no hay testamento. La Campos, una mujer profundamente religiosa, pero también supersticiosa hasta el extremo, nunca quiso registrar documento alguno de últimas voluntades. Traía mala suerte, como pronunciar la palabra "cáncer" para referirse a la enfermedad de su hija Terelu Campos. "Le parecía que era como llamar a la muerte y ella decía que llegara cuando tuviera que llegar, pero que no iba a prepararle el camino", explican en exclusiva en 'Semana', que detalla cómo se han repartido sus bienes de manera póstuma. No ha sido complicado, las herederas legítimas y únicas eran dos, sus hijas Terelu Campos y Carmen Borrego. No habría peleas, más allá del reparto de los objetos personales, los muebles o las joyas. Con respecto a propiedades, solo hay una.

Revista Semana

El parque de viviendas de la Campos había contabilizado hasta 4 repartidas entre Madrid y Málaga, su tierra querida. Aparte de la mansión mencionada, en la que invirtió y malgastó buena parte de su patrimonio personal, tenía un ático en Aravaca que puso en el mercado en 2017. Lo vendió por 1 millón. 3 años después, en crisis pandémica, hacía otra operación y vendía un piso de 100 m² en la capital de la Costa del Sol, en este caso por 400.000 euros. La otra casa que le quedaba se ubicaba también en Málaga, justo delante de la playa de Pedregalejo. Un ático de 200 m², con vistas al mar y que adquirió en 1981. Valorado en 900.000€, tiene cargas hipotecarias. Es lo que ha dejado a Terelu y Carmen.

Terelu Campos y Carmen Borrego / GTRES

Esta vivienda era, teóricamente, la residencia escogida para la retirada de la presentadora. El escenario ideal, pero nunca se materializó. Siguió residiendo en Madrid a pesar de vender la mansión, alquilando un piso de lujo muy cerca del de Terelu. La casa se ha visto en algunas ocasiones en diferentes medios y formatos, como en el reality 'Las Campos' de Telecinco. Ahora ha quedado como el único inmueblede una reina de la televisión. Poca cosa, pero también consecuencia de uno de sus puntos débiles: las finanzas. Nunca las controló.

María Teresa Campos con Terelu en la casa de Málaga / Telecinco