Mariano Rajoy, a sus 66 años, se está dejando llevar. Vive la vida loca, yendo y viniendo a toda velocidad haciendo 'power walking', saltándose las restricciones del coronavirus o dejando de lado su Galicia natal y escogiendo otros destinos para disfrutar del verano. No lo reconocen en casa, tú. El expresidente español fue a Ibiza hace un par de años, disfrutando de los parajes marineros de Les Pitiüses a todo trapo, como hacen los VIPS. Un viaje que nos dejó escenas imborrables en el cerebro y en la hemeroteca, como aquel vídeo con la influencer favorita de los fachas, María Pombo, con quien se encontró en un chiringuito de Formentera. Es una rock star, aunque siempre lleve el mismo look: el paradigma del aburrimiento, hay que reconcerlo. Gorra deportiva y polo de una conocida marca 'pija', y hale, vía.
Así iba en Ibiza hace 2 años, y así continúa. Quizás ha cambiado de modelos, pero parecen piezas idénticas. No sabemos, eso sí, si el bañador es el mismo.
Rajoy está en El Puerto de Santa María, Cádiz. La localidad costera es un destino más del estilo del 'pepero', sin tanto desenfreno ni paparazzis. Es tan de su estilo que su alcalde es del partido: German Beardo, que ha aprovechado la presencia del exlíder y de la veterana diputada Ana Pastor para inmortalizar el momento. Aquí vestía con camisa y pantalón de pinzas, al tratarse de un motivo "serio". Después ha vuelto a su uniforme de veraneo, y ha ido al puerto deportivo. Allí ha disfrutado de actividades acuáticas, informan diversos medios, pero no tenemos ningún testimonio.
Lo que sí hay es una foto en una tienda de regalos en la que son "mucho españoles", una de sus frases míticas. Se llama 'Shoopy' y estaban encantados de la vida con la presencia "ilustre" de su "Presidente". Venden todo aquello que, aseguran, son "cosas que molan". Tanto que las envuelven con una banderita de España infestada de mariquitas, el no va más del diseño. No vemos que Mariano haya comprado nada, pero seguro que se ha llevado la cinta de envolver. Lo más guay de todo el local. Y era gratis.
No hay quien pare a Mariano. Se liberó de La Moncloa y se ha rejuvenecido como Benjamin Button. Lástima que la ropa sea la misma de siempre.