Mariano Rajoy es un jubilado de oro. Tiene 68 años, pensión de expresidente del Gobierno y mucho dinero hecho como Registrador de la Propiedad. Puede hacer lo que le dé la gana, vaya. Y lo que le gusta es el mar, la playa, los yates. Sobre todo de vacaciones de verano. Ahora bien, su estilo no es nada ostentoso, ni con aires VIP ni de grandeza, qué va. Rajoy es como es: en una partida de 'campechanismo' destrozaría al mismísimo Juan Carlos. Además le pasa como al Borbón: no pasa desapercibido en ningún sitio. Su aspecto es inconfundible, como su verbigracia. Ya puede ir camuflado con bermudas, descalzo y sombrero playero, que lo ves venir desde tres kilómetros de distancia. Incluso la juventud lo reconoce. Ay, Mariano, qué tirón.
Rajoy de vacaciones es como una valla publicitaria con neones que parpadea. Y si no que le pregunten a la influencer y musa facha María Pombo, que en 2019 celebraba una despedida de soltero en Formentera y se encontró al pepero cara a cara. Primero estirado en la tumbona para broncearse, y más tarde en el mismo chiringuito de moda. Le pidió una fotografía, lo ovacionaron y la Pombo hizo la croqueta, claro que sí. Poco después llegaba una segunda serie de documentos gráficos de sus días de descanso en las Baleares: lo veíamos lanzándose al agua como una sirena rara desde una embarcación y nadando al estilo perrito. Son documentos históricos.
Mariano Rajoy, vacaciones de jubilado de oro en Menorca
5 años más tarde, la historia se repite. Más mayor, más relajado todavía, pero con su atractivo intacto. Un grupo de chavales llegaba a Ciutadella de Menorca y, mientras paseaban por el puerto, avistaron a un señor muy parecido al expresidente tomándose una tónica (con o sin misterio) con unos amigos de la sección de juventudes en la parte posterior de un barco. Efectivamente, era él. Mira que nunca supieron quién era M.Rajoy en los papeles de Bárcenas, pero cuando ves su figura sabes que no hay error posible. Pues bien, el grupo organizó la operación "foto con Mariano" y obtuvieron recompensa. Tiene gracia la manera de escoger a la persona que tendría que pasar vergüenza y arriesgarse a un "no" decepcionante. El chico agraciado con el marrón resopla, pero cumple: atención a la secuencia y al look de Marianoniano.
Un grupo de jóvenes le piden una fotografía y pasa esto
Hay que decirlo y lo diremos: Rajoy no es ninguna diva, se debe a sus fans. Los chicos se retratan con él y todo acaba con final feliz, solo hay un pequeño gesto de hartazgo del expolítico, que dibuja un "venga, hala, desfilando" con la mano pero de aquella manera, sin demasiado ánimo. Quizás le hacía ilusión y todo, ha dejado huella. Es el gallego pepero "bueno": Fraga era lo que era y Feijóo es una mala copia. Parece que su corona continuará intacta.
Ves así a Rajoy y piensas en 'Verano Azul', en Chanquete y en todo eso. Un Chanquete de derecha españolista, eso sí.