Sociedad Civil Catalana tiene mal ojo. Sus manifestaciones anti-independentistas están llenas de patriotas que deben dinero a Hacienda. Josep Borrell ya fue multado por la CNMV por venderse acciones de Abengoa con información privilegiada y ahora su compañero de atril unionista, Mario Vargas Llosa, ha tenido que hipotecarse el casoplón de Madrid para poder hacer frente a los 2,1 millones de euros que le reclama Hacienda. El autor de Travesuras de la niña mala ha sido travieso y habría estafado a todos los españoles. Debe al erario público más de dos millones.
En una información avanzada por el diario El Confidencial, limpian la imagen del Nobel como si hubiera recibido la notificación de Hacienda durante una fiesta al lado de la Preyler con un Ferrero Rocher en la mano: "Cuando Llosa recibió la notificación de la liquidación por parte del fisco adeudando los 2,1 millones de euros, no perdió los papeles. Como no está de acuerdo con lo que se le reclama, sus letrados le aconsejaron mantener la deuda suspendida para que no entre en fase ejecutiva, mientras que pleitean para torcer el brazo a Hacienda por la vía administrativa y demostrar que la cantidad reclamada no es tal". Y debió seguir la recepción en la presunta casa del embajador con smoking y purpurina.
La red no ha sido tan suave con el unionista que dice que los aborígenes sudamericanos eran antropófagos y España los salvó.
Mario emVargas Llosa
— Uri Viñau ||*|| (@UriVinyau) 6 de noviembre de 2018
Vargas Llosa no ha sido condenado por los tribunales sino que Hacienda le reclama 2,1 millones y él se opone a pagarlos. De momento le han embargado su piso de 300 m2 en Madrid para responder de esta fortuna que debe a los españoles que dice defender. La bandera tapa la cartera, y en su caso dos carteras y dos banderas: la española y la peruana. Siguiendo la primera fila de la mani unionista de SCC: Borrell, Vargas Llosa... los siguientes son Albiol y Rivera.