Mario Vargas Llosa es peruano pero tiene la nacionalidad española. No la adquirió por casarse con una española ni por residencia sino por una concesión discrecional del gobierno de Felipe González en 1993. Agradecido, escribe, como el columnista mejor pagado de España, en El País. Este domingo publica la columna, Hispanidad ¿mala palabra?, donde se apunta a la tesis de Pablo Casado: la hispanización de Sudamérica es el hito más importante de la Historia de la Humanidad. ¿Genocidio cultural y étnico? Tonterías. Escribe "Para cualquier latinoamericano, la crítica a la conquista de laso Indias tiene la obligación moral de ser una autocrítica", es decir que los españoles hicieron matanzas étnicas y culturales pero los descendientes de los asesinatos tienen que hacer autocrítica. Como los que recibieron golpes de porra el 1-O.
Los habitantes del continente fueron hispanizados, él diría "descubiertos" con una visión supremacista. Descubrir no se"descubrió" nada. Ya existía todo antes de 1492. Vargas Llosa tira de tópicos "Eran todavía sociedades bárbaras, donde se practicaban los sacrificios humanos". Es decir, gracias Cristóbal Colón que nos mataron españoles y no los caníbales de la selva. Toda la columna desprende un tufo de agradecimiento pelota para con España y superioridad moral con los pobres indios con taparrabos y flechas. Y cómo no, agradece la desaparición de las lenguas indígenas y que todos hablen castellano, lengua que ha permitido el Nobel hacerse rico: "Gracias en la Hispanidad varios cientos de millones de latinoamericanos podemos entendernos porque nuestro idioma es el español. Qué terrible hubiera sido que todavía siguiéramos divididos e incomunicados por miles de dialectos ". Entre Casado y Rivera.
Acaba el artículo diciendo "Hispanidad, dicho sea de paso, ahora rima con libertad". Y también con "mezquindad"