Mario Vargas Llosa no está bien. La situación es delicada y por eso lleva desde el sábado ingresado en un hospital de Madrid. Los rumores se han disparado durante el fin de semana, al tratarse de una persona famosa, de edad avanzada y con un historial médico que, últimamente, le ha hecho sufrir más de la cuenta. Tiene 87 años y, aunque la apariencia es de buena forma física, la edad es implacable. Por eso hay problemas que, cuando le afectan, lo hacen de lleno. Todo se complica.
El peruano tiene covid. Es la segunda vez que se contagia, la primera a principios del año 2022. Tuvo la suerte de que no se complicó con otras afectaciones, pero experimentó momentos de crudeza y temor: "Fue una experiencia desagradable, comencé a sentir mucho frío en las piernas y, de pronto, comencé en perder la respiración, a ahogarme, a respirar con mucha dificultad", recuerda la revista Lecturas. Lo ingresaron para controlar su evolución al tratarse de un paciente de riesgo, pero no empeoró. Al cabo de unos días salía del centro médico y recuperaba su ritmo habitual de trabajo. De trabajo y de líos, como la tormenta de la separación y guerra con su ex Isabel Preysler. Ahora que parecía muerto y enterrado el conflicto, y habiendo recuperado la sintonía familiar con su exmujer Patricia Llosa y todos sus hijos, se ha vuelto a contagiar. Lo sabemos por un comunicado breve de la familia en redes sociales.
Los hijos de Mario Vargas Llosa informan de su ingreso por la covid, pero no dan más detalles
Álvaro Vargas Llosa ha escrito el siguiente tuit a las 3 de la tarde de este lunes: "En vista del interés de los medios por el estado de salud de nuestro padre, hacemos público que está hospitalizado desde el sábado tras habérsele diagnosticado el Covid-19. Está siendo tratado por excelentes profesionales y acompañado por su familia. Rogamos a los medios de comunicación respetar en estos momentos su privacidad y la nuestra". Así despacha el hijo la situación del padre, alimentando más dudas. Las próximas horas serán decisivas.
El coronavirus, la pesadilla del escritor peruano
La agenda del Nobel es intensa, como ha demostrado durante los últimos meses con viajes, actos solemnes, reuniones familiares y conferencias. En algunos momentos ha sufrido algunos lapsus extraños y polémicos, también se le ha visto utilizando un bastón. Cosas que entran dentro de la normalidad para una persona de esta edad. La covid, sin embargo, es otra historia. Una lotería con respecto a efectos y a secuelas. Continuaremos atentos a las posibles manifestaciones de sus hijos, que no se separan de él desde hace meses, coincidiendo con la huida de Villameona.
Desde la discrepancia ideológica más radical, no dejamos de desear que se recupere lo mejor y antes posible. Ya discutiremos otros asuntos cuando esté al 100%. Salud.